Hasta Yopal llegaron habitantes de Maní para denunciar que la delincuencia está acabando con la tranquilidad de la población, por lo que solicitaron al Gobernador del Departamento que se realice un consejo de seguridad extraordinario.
Robinson Macías, víctima de los hurtos, dijo que el municipio está sitiado y que los robos se cometen a cualquier hora del día, sin que se conozca ningún tipo de iniciativa por parte de la autoridad del Municipio para contrarrestar las acciones delictivas.
“El pueblo maniceño no aguanta un día más de robos, genera impotencia el descaro con el que los delincuentes llegan y se llevan el producido diario de los comerciantes y las autoridades lo único que dicen es que se debe denunciar”, dijo Macías al reiterar la ola de inseguridad que azota a Maní.
El municipio no cuenta en varios sectores importantes con el servicio de alumbrado público, lo que se convierte en el mejor cómplice de los malhechores.