Un documento devuelve de manera oficial a la Nación los predios que el esmeraldero Víctor Carranza y sus hombres usurparon a campesinos e indígenas del Meta y al Estado en la década de los 90.

El certificado de tradición y libertad reversa definitivamente la adjudicación de más de 28.000 hectáreas de terrenos baldíos que de manera ilegal realizó el Incoder durante 1992, y los devuelve a la Nación.

La modificación cubrió 32 predios registrados en los municipios de Puerto López y Puerto Gaitán, en el Meta. 28 de esos predios, ubicados en la vereda El Porvenir, luego de ser adjudicados, fueron englobados en cinco predios a nombre de familiares y trabajadores de Carranza, entre ellos su contador y el administrador de sus fincas.

Las Corocoras, El Rincón, Mi Llanura, El Pedregal y Campo hermoso fueron las fincas más famosas de Carranza y donde pastaba su ganadería más valiosa.

La primera solicitud de revocatoria de las adjudicaciones fue realizada en julio de 2011 por 80 familias de El Porvenir que ocupaban informalmente las tierras baldías que terminaron en manos de los Carranza. Con las escrituras en mano, y en muchos casos a sangre y fuego, fueron sacados de las tierras que habían cultivado por muchos años.

La expedición del nuevo certificado vuelve realidad lo ordenado por el Incoder hace cerca de un año, y permite que esas 28.000 hectáreas de tierra entren en el inventario de baldíos de la Nación, que son las tierras que pueden ser entregadas a los campesinos más pobres del país.