Óscar Johan Chavarro Roa tenía 17 años en 2003, cuando salió de su casa con la intención de comprar queso y nunca regresó. La violencia que por aquel tiempo se vivía en las veredas de Mapiripán, Meta, impidió que él y su familia se pudieran reencontrar. Hoy su familia sabe que nunca más podrán volver a compartir con él, pero lo que sí puede hacer, tras 22 años de incansable búsqueda, es ponerle fin a la incertidumbre y despedirse de él de manera digna.
A partir del trabajo articulado entre la JEP y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) fue posible su hallazgo. En 2023, la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad (SARV) adoptó una medida cautelar para proteger los cementerios de San José y el municipal de San José del Guaviare, donde se presumía la existencia de personas desaparecidas en contexto del conflicto armado.
Tras esta decisión y las labores extrajudiciales realizadas por la UBPD, gracias al trabajo de las entidades fueron recuperados 22 cuerpos identificados no reclamados. Entre el 16 y el 20 de septiembre de 2024, la Unidad de Búsqueda llevó a cabo la intervención forense en el cementerio municipal de San José del Guaviare para la exhumación de los cuerpos recuperados, en el marco de su acción humanitaria, como parte del Plan Regional de Búsqueda del sur de Meta.
Esta labor permitió que las estructuras óseas fueran remitidas al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF), donde un equipo interdisciplinario de profesionales expertos forenses en medicina, antropología, odontología y genética, junto con personal de apoyo asistencial, realizó el abordaje forense integral del cuerpo, conforme a los procedimientos establecidos para estos casos.
Esta entidad adelantó el proceso de correspondencia de información post mortem y realizó el análisis genético, mediante el cual se confirmó la relación de parentesco y la identificación de Óscar Johan.
La familia de Óscar Johan viajó más de siete horas en canoa desde su lugar de residencia para recibirlo y despedirlo en un acto que puso fin a una larga búsqueda y espera sin tener noticias suyas. Durante la entrega culturalmente pertinente, las entidades compartieron información con sus seres queridos sobre el proceso de recuperación del cuerpo y acompañaron a la familia en un recorrido por las calles de Mapiripán hasta el camposanto donde fue inhumado. Allí lo despidieron.
Para Alfonso Chavarro, su padre, este momento trajo reflexiones profundas sobre la despedida de su hijo. “Estoy tranquilo y contento por toda la labor que hizo en este caso la Unidad de Búsqueda. Siente uno tristeza y todo, pero bueno, hay que tener calma”, dijo.
Para que esta entrega digna fuera posible, “fue fundamental el apoyo de la Alcaldía de Mapiripán, la Iglesia Católica y, especialmente, la Gobernadora de la comunidad indígena Guanano, Gloria Figueredo, quien acompañó la documentación del caso y facilitó el avance de la investigación por parte de la Unidad de Búsqueda”, agregó.
“La JEP, la Unidad de Búsqueda, el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación, Medicina Legal y la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) permitieron la entrega de Óscar Johan y otros cuerpos recuperados. En este trabajo articulado hemos hecho una apuesta importante por afinar las metodologías, incorporando diversas experiencias de las entidades, lo que ha permitido avanzar de manera efectiva y acelerar el proceso de identificación para una entrega digna”, explicó la magistrada Reiniere de los Ángeles Jaramillo, responsable del trámite cautelar.
Por su parte, Diana Lucía Ladino Rozo, coordinadora de la territorial Guaviare de la Unidad de Búsqueda, reiteró la importancia de este acto de entrega digna y culturalmente pertinente para las familias buscadoras. “Entregarle a una familia el cuerpo de su ser querido, que se encontraba desaparecido, es reconfortante. Con este acto contribuimos a aliviar el sufrimiento de quienes han vivido décadas de incertidumbre al no saber sobre el paradero de un familiar desaparecido a causa del conflicto armado, como es el caso de la familia Chavarro Roa”.
La JEP y la UBPD continúan desarrollando acciones para garantizar a las personas buscadoras la localización, recuperación, identificación y entrega digna de sus seres queridos desaparecidos durante el conflicto armado, en cumplimiento de sus deberes constitucionales, legales y de sus compromisos de garantizar verdad, justicia, reparación y no repetición.