Por Oscar Medina Gómez

Se le empezó a derrumbar la que Juan Manuel Santos llama Unidad Nacional. Esa figura -que utilizó para mantener ante la opinión pública una aparente unión partidista en torno de su gobierno- está horadándose. Y con ella sus aspiraciones reeleccionistas.

La protagonista de lo que se le puede convertir en una horrorosa pesadilla en su obsesionada aspiración de reelección presidencial se llama Marta Lucia Ramírez.

El país la conoce suficientemente: Abogada javeriana, experta en comercio internacional, ministra de Comercio Exterior, embajadora en Francia y primera mujer Ministra de Defensa Nacional -cargo que desempeño con lujo de detalles en el primer periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez- esta mujer tiene todos los pergaminos necesarios para pelearle con honores la presidencia hasta el hasta hoy solitario candidato reeleccionista Juan Manuel santos Calderón.

En la convención conservadora realizada en Bogotá abrumadoramente 1.190 delegados votaron por ella como candidata única del partido, contra apenas 119 votos de la corriente santista de la coalición, que pretendía seguir plegada a las mieles del poder y los contratos del gobierno.

Marta Lucia Ramírez empieza una agotadora carrera contra el reloj: no tiene más de 4 meses para darle la vuelta a la torta. Para demostrarle y convencer a la opinión pública nacional que Santos no es el mejor camino para la Patria. Que nos equivocamos votando por él como presidente.

Por supuesto su tesis principal debe ser la seguridad y tranquilidad de la vida, bienes y honra de los colombianos. Que en buen cristiano traduce Seguridad Democrática, bandera que desde el despacho del ministerio de la defensa defendió con éxito. Bajo la tutela, claro, de Uribe Vélez.

Precisamente aquí, en el ex presidente Uribe Vélez radica la clave para ganarle al mejor “amiguis” de los terroristas farucos. Es decir Santos. Oscar Iván Zuluaga, el candidato oficial del Uribismo, debe dar un paso al costado. Debe renunciar y unirse a Martha Lucia. La Patria y los colombianos se lo agradeceremos. Esa orden la debe impartir Uribe.

Los godos, así como han sido claves para fortalecer las campañas presidenciales del Uribe y para sostener a Santos a cambio de burocracia y multimillonarios contratos, ahora deben jugar un papel protagónico en las presidenciales de mayo entrante.

Por ejemplo, si el respaldo de género se hace sentir, si las mujeres le votan a Martha Lucía Ramírez el 25 de mayo, Santos estará frito, así el gane la primera vuelta. En la segunda ella lo devorará con todo y sus amigos terroristas de las FARC. De ahí que los conservadores pueden convertirse en los sepultureros de Juan Manuel Santos.

Pero insisto: solo quedan 4 meses para la primera vuelta. Tiempo en el cual debe emprender una intensa gira por toda Colombia y dar a conocer sus propuestas. Por encima de todo insistir en la política uribista de exterminar a las guerrillas farucas, responsables de más de 200 mil crímenes indecibles en este país.

Y advertirles a esas bestias asesinas de los sueños de los niños, que si quieren la paz, por supuesto el gobierno dialogará. Pero bajo las condiciones que ponga el Estado colombiano y no los criminales sanguinarios. Por sobre todo debe haber castigo a sus crímenes. No impunidad total ni curules en el congreso, ni ministerios, gobernaciones y alcaldías para esos bandoleros, como lo tienen acordado ya Santos y los terroristas.

Hay que ser claros: a sabiendas de que enfrentar la aceitada maquinaria politiquera santista -que a través de la mermelada de la reforma a la ley de regalías ha repartido más de 3.5 billones de pesos a los congresistas, entre ellos a los 2 Representantes a la Cámara por Casanare- no será fácil para Marta Lucia Ramírez, el presente y futuro del país merecen un cambio de rumbo. Es la Patria la que está en juego.

No hay faltón que dure 100 años ni país que lo resista. Digo yo.

Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Manantial estéreo 107.7 FM