Por Oscar Medina Gómez

Siempre le he dado muy duro a Rofer Roncancio, el Secretario de tránsito de Yopal. Sigo convencido de que, por ejemplo, la campaña publicitaria “Yopal con sentido social” fue un fiasco. Un desangre de dineros públicos. Empezando que nunca se supo cuánto nos costó a nuestros bolsillos, los de los contribuyentes, una muy mal concebida campaña, confusa y con poca creatividad llamada torpe y facilistamente “Conduzca con sentido”-

Lo mismo con la lentitud para la señalización vertical y horizontal de las vías y los más dramáticos cruces de las avenidas de la ciudad. Igual con la pésima semaforización que tenemos. Venimos escuchando hace años -incluso desde antes de Roncancio- que “ya se está adelantando un minucioso estudio que determinará los cruces más neurálgicos para proceder a ubicar los semáforos”.

Lo realmente cierto es que cada día las cifras de muertos y accidentes con heridos graves que quedan con mutilaciones, fracturas y lesiones cerebrales, siguen en aumento. No es sino pasarse cualquier día por los hospitales y centros médicos para corroborar lo que estoy diciendo. O pedir información a la Policía Nacional, organismo que registra diariamente este tipo de casos. Verán que los números reflejan la peligrosa selva que es Yopal.

Ahora, es justo decir aquí que no toda la culpa en el caos vial que padece la capital es de las autoridades de tránsito con Roncancio a la cabeza. Claro que no. Sin lugar al más mínimo equívoco, a la ciudadanía en general le cabe un alto porcentaje de culpa de lo que está ocurriendo.

No respetamos los pocos semáforos y cruces donde hay pares y señales preventivas, excedemos la velocidad de automóviles y motocicletas, subimos a los andenes los vehículos, manejamos ebrios o por lo menos con una dosis de alcohol en la cabeza. Insultamos a los agentes de tránsito porque nos requieren documentación o nos indican alguna norma. No usamos casco protector ni chaleco reflectivo nocturno. Da la sensación que la orden es ir en contravía de la legalidad. En contravía de la vida.

Las mismas entidades comerciales patrocinan el desorden y la anarquía. Como en el caso del sector bancario del Parque Santander. Así ocurre con los bancos BBVA, Occidente, Bogotá, Davivienda, Las Villas y todas estas empresas que manejan nuestro dinero y se enriquecen con él.

¿Cómo es que las bahías de parqueo situadas frente a los bancos no se pueden usar por la ciudadanía? ¿Acaso son exclusividad del gerente y demás empleados de los bancos en cuestión? ¿Cuentan con algún tipo de escrituración o permiso para usarlas como terreno privado? ¿Tiene n algún pacto o arreglo por debajo de la mesa con las autoridades de tránsito? ¡Claro que no! Simple y llanamente están abusando y perjudicando a la ciudad, alegando motivos de seguridad. Invaden el espacio público peatonal con un descaro que aturde.

Es indiscutible que los andenes y bahías de parqueo de los sectores comerciales -no solo donde hay bancos- son para uso y disfrute de la ciudadanía. Las bahías de parque sirven además para medio ayudar a organizar el diabólico tránsito y movilidad de la ciudad. No para que los gerentes bancarios se apropien de ellas, de forma atrevida y burlándose de la ciudadanía y de la ley.

Aunque le reconozco al director de tránsito su acierto con la instalación de reductores de velocidad, aquí también le ha hecho falta más autoridad a Rofer Roncancio, quien no ha sido capaz de meter en cintura al sector bancario para que no se pasen las normas por la faja.

En la pretensión de evitar más muertos y lesionados de gravedad, lo mismo que de contar algún día en Yopal con una movilidad vial y peatonal más amable, segura y dinámica, la responsabilidad entonces nos toca a todos. No sólo a un director al que, no obstante intentar hacer las cosas bien, los resultados poco le favorecen. Ni las gelatinosas campañas sin sentido que pagó con recursos de toda la ciudadanía. Digo yo.

Ñapa: Se realizó en Yopal un insulso e inútil Cabildo del agua. Muchas horas de palabrería barata sobre lo que ya sabemos: hace 3 años no hay agua potable. Y los corruptos siguen ahí. Burlándose de todos en nuestras caras.

Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Emisora Manantial Estéreo 107.7 FM