Por: Leonardo Puentes*
Lo que se está fraguando en el Concejo de Yopal, y que podría consolidarse el próximo lunes, es realmente vergonzoso: Una vez más se le impide a la ciudadanía la discusión pública, abierta y profunda respecto las grandes decisiones que comprometen el futuro de las finanzas y servicios públicos de la ciudad. Si no fuera porque las normas los obligan a cumplir algunas formalidades en los trámites, harían todo a escondidas. Pero aun así, el contubernio de los concejales con la administración ‘Con Sentido Social’ es tal, que o no leen o son genios en ‘lectura rápida’; tan rápida que todo les importa un bledo: ¡hasta su propia tierra, su carrera, familia, hijos, allegados; hasta sus votantes!
Tanto el proyecto de Concesión del Alumbrado Público como el de conformación de una Sociedad de Economía Mixta para administrar el Terminal de Transportes de Yopal entrañan el mismo propósito: ENTREGAR COMO SEA A LOS “PARTICULARES” LOS SERVICIOS PÚBLICOS RENTABLES DEL MUNICIPIO!!!; Saquean, destruyen y descuidan las empresas públicas para que no quede duda que el Estado es un pésimo administrador y luego mediante concesiones artificiosas se adueñan del negocio. Pareciera en el fondo que esta administración se quiere despedir reconociendo de manera tácita que encarna los peores vicios de la política colombiana.
El alumbrado es el pedazo más grueso de la torta que se piensa repartir. Un negocio en el que el operador o concesionario recibe la infraestructura instalada durante décadas por los gobiernos departamental y municipal con el esfuerzo y la plata de los casanareños, materializada hoy en más de 15.000 luminarias (bombillos), con sus postes, redes y demás accesorios. Pero además recibe una base de 42.500 clientes, que de entrada le aseguran ingresos al año por más de $7.500 MILLONES: el negocio es redondo!!.
Según las propias cuentas de la alcaldía, que con el mayor cinismo manifiesta ser conservadora en sus cálculos, después de 25 años el operador habrá administrado $220.000 MILLONES, de los cuales $82.000 serían excedentes, utilidades, para que un particular decida sobre cómo, dónde y cuándo las reinvierte. Es decir, los ciudadanos a llorarle al mono de la pila, como sucede desde hace 15 años, cuando otra irresponsable administración concesionó por primera vez el servicio. Que el Estado ponga la cara, pero el privado (y no sabemos quién más) se quede con la plata: Fantástico!, Sentido Social del más puro.
En cuanto al Terminal de Transportes, así nos repitan 80 veces o por 20 años el cuento de que la sociedad es inofensiva, la realidad es la misma y resulta más bien ofensiva. Todos estamos de acuerdo en que lo que hoy se denomina ‘Terminal de Yopal’ es una vergüenza, pero que nos vengan a decir que la única manera de hacer y operar un Terminal a la altura de la capital de Casanare sólo es posible llevando a un particular de por medio es un gigantesco sapo que no estoy dispuesto a tragarme.
Las cifras lo único que indican es que el negocio es muy bueno y alcanzaría los $62.000 MILLONES de pesos de facturación después de dos décadas. Pero en este caso ni siquiera es claro a qué se compromete el socio, ni cuál será la participación del municipio, lo único claro es que hay que asumir un crédito por $5.000 millones de pesos (ni el 10% del valor del negocio) y que las utilidades estimadas después de los 20 AÑOS superarían los $17.000 MILLONES de pesos, después del pago del crédito; más de $850 MILLONES al año, para nada despreciable suma.
La premisa es la misma: el Estado es incapaz y no merece manejar sólo esa platica. Nos endeudamos en $14.000 MILLONES en 2012 para comprar maquinaria china, cuya vida útil ya está seriamente cuestionada y hasta en $1.000 MILLONES para algunas mejoras para el propio Terminal, pero asumir el reto de cambiarle la cara a la mayor puerta de entrada a Yopal y de paso construir una empresa rentable para mejorar las finanzas al municipio dando ejemplo de pulcritud y eficiencia, eso ni de vainas!
No puedo extenderme acá sobre las consideraciones legales, pero a mi juicio se sigue eludiendo de manera clara lo estipulado en la Ley 1508 de 2012, que regula las asociaciones entre el sector público y el privado en todas sus formas: 1. Cualquier proyecto de Alianza Público Privada (APP) debe ser consistente con las metas del Plan de Desarrollo de las entidades territoriales (municipio en este caso): NO SE CUMPLE. 2. Durante el último año del período de gobierno no podrán suscribirse este tipo de contratos: ES LO QUE OCURRIRÍA. 3. Sólo se podrán realizar proyectos bajo esquemas APP cuyo monto de inversión sea superior a seis mil (6.000) salarios mínimos (smmlv) ($3.700 Millones): al menos en la Concesión del Alumbrado NO SE CUMPLE.
Hay otras consideraciones de tipo ético (pero también con implicaciones legales) sobre las cuáles al menos dejo planteada la reflexión: ¿es lógico y presentable que esta administración deje comprometida la administración de recursos del municipio por más de DOS DÉCADAS, privando a cinco o seis alcaldes futuros de nuestra ciudad de siquiera poder opinar sobre estos asuntos? ¿Tiene alguna lógica que una administración que ya duplicó, pero que piensa triplicar la planta de personal de la alcaldía, se niegue al menos a considerar la posibilidad de crear una Unidad Administrativa o una Empresa Industrial y Comercial del Estado para dejarle el manejo de estos multimillonarios recursos a la ciudad? ¿A dónde quedó el discurso quejumbroso de la falta de plata?
¿Tiene autoridad moral para decidir sobre la suerte de estos dos servicios por 25 AÑOS, una administración que permitió la pérdida de la mitad de los usuarios del servicio de aseo, que formalizó con el POT la expansión al triple del perímetro urbano de Yopal desconociendo la extremadamente grave situación sanitaria del municipio; Que provocó con su ineficiencia la intervención de la Empresa de Servicios Públicos; Que incumplió su principal compromiso de campaña de restablecer el servicio de agua potable en el primer año de gobierno?!
Espero que la ciudadanía de Yopal esté atenta al DEBATE EN PLENARIA EL PRÓXIMO LUNES 15 DE DICIEMBRE, así como espero que mis compañeros en el Concejo lean esto con un poco más de calma y no hagan parte de una dolorosa página de la historia de Yopal: ¿‘La última cena’ podríamos llamarla? Mi invitación es a defender el interés y el patrimonio público de los yopaleños. Sigo firmemente convencido de una de las consignas más valiosas de mi partido: LOS RECURSOS PÚBLICOS SON SAGRADOS.
POSDATA 1: Mientras tanto seguimos esperando que algún día el señor Procurador Alejandro Ordoñez rompa ese pavoroso silencio, que tanto daño le ha causado y le puede seguir causando a esta ciudad.
POSDATA 2: Nos quedamos esperando también el llamado de los parlamentarios liberales, por supuesto incluyendo a nuestro Representante y demás directivos de esta colectividad (incluidos también los hoy flamantes Ministro del Interior y Director del DNP), que por alguna razón se alarmaron con ocho (8) años de concesión del alumbrado en Popayán, pero a los cuales los 25 años de la concesión de Yopal no les merecieron ni una sílaba.
*Concejal de Yopal.
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