Por Oscar Medina Gómez *

Con todo y el bajonazo en los recursos que generaba la industria petrolera -en virtud de la reforma a las regalías que se recibían hasta el 2012 y ahora con la caída de los precios- la alcaldía de Yopal sigue representando un atractivo fortín económico. O si no ¿por qué hay más de 10 precandidatos –de todo pelaje, género y laya- a las elecciones del 25 de octubre entrante? No será porque son santos (as) varones, que quieren el desarrollo para tan sufrido pueblo. O porque sus rebeldes espíritus fueron sacudidos por una voz divina que les ordena luchar contra la corrupción. O porque el desprendimiento y entrega por sus semejantes los hace participar en el más sucio de los negocios, como es de la política.

Claro que no. La respuesta es que aún hay harto billete para robar. En cuentas redondas, este 2015 las arcas de la alcaldía de Yopal contaron con cerca de 160 mil millones de pesos, entre recursos propios y transferencias del gobierno central. Tan jugoso y atractivo banquete de dinero fue manipulado por varios alcaldes: Wilman Celemín, Carlos Alberto López, Luis Eduardo Castro y Jorge García, el actual. Este –como en aquella ochentera novela- gobierna en cuerpo ajeno. No es él como quisiera ser, sino que lo es cuando lo dejan ser. Que lo diga el “honorable” Representante a la Cámara Camilo Abril Tarache.

Para 2016 el presupuesto no se baja de por lo menos 120 mil millones de pesos (70 mil en ingresos por recursos propios y 50 mil de transferencias). A los genios que lo van a proyectar, les recomiendo no inflarlo tanto, porque después van a tener que desinflarlo. Han pasado 7 meses y los precios del crudo (barril de Brent y WTI) no muestran una recuperación firme que permita avizorar bonanzas con un barril a 100 dólares.

Advertencia: no voy a reseñar a todos. Sí, lo sé. Son muy importantes, tienen derecho a ser mencionados y por supuesto van a ganar. Eso me reclamaron quienes se quedaron por fuera de la lista a la gobernación, en anterior columna. Pero entiendan: no hay espacio para tantos.

Sin desconocer que sigue vivo políticamente, John Jairo Torres ha recibido muy fuertes golpes en su aspiración a la alcaldía de Yopal. Los líos jurídicos y legales de la Ciudadela La Bendición, y los enredos de tipo personal que él mismo tiene por el origen de su multimillonaria fortuna –que tienen a la fiscalía respirándole en la nuca- han disminuido dramáticamente su popularidad. A esto toca sumarle que la gran mayoría de la clase política está en su contra. Un cartel muy peligroso, que cuando se trata de sacar del camino al que sea, lo hace sin contemplaciones. A 4 meses de las elecciones este globo se está desinflando. Para no sucumbir del todo, seguramente John calzones –así lo apodan- hará alianzas y terminará vendiendo su capital electoral.

No tiene mayor estructura de gobernante, ni gran sapiencia académica. Pero Luis Alexis García –conocido como “lucho García” dará la pelea. Y duro. De figuración bastante anodina, fue concejal y diputado. El partido AICO aún no lo le ha vendido el aval. Pero –lo sabemos- eso se cuadra. Sólo es cuadrar la suma. Si José Rodolfo “el negro Pérez”, Nelson Mariño, William Pérez, Oscar Wilchez y el mismo Wilman Celemín lo secundan, tiene una altísima probabilidad de ganar. Ahora: a qué costo nos tocaría al pueblo asumir que tan “ilustres prohombres” lo apoyen, es algo que nos valdrá mucha “sangre, sudor y lágrimas”.

El Partido de la U avaló la candidatura de Carlos Fredy Mejía. Un personaje que cuando se metió al hirviente caldero político despertó bastante confianza y buena onda de la gente. Pero su imagen se cayó estrepitosamente. Como diputado se dedicó a lo único que sabe hacer esa especie: pedir contratos al gobernador. Que en ese periodo fue Raúl Flórez, sujeto que tiene la medalla de oro de la corrupción. Intelectualmente está capacitado para ser alcalde. Pero su andar y mirada estrato 9, no calan en el pueblo. Por eso frente al populachero Wilman Celemín, perdió su primera intentona a la alcaldía. Esta vez también la tiene difícil. No ha podido convencer a las “vacas sagradas” de la política para que lo apoyen. Y eso pesa mucho.

Competente a nivel académico Leonardo Puentes es otro que quiere ser alcalde de Yopal. Tiene el respaldo de Alianza Verde, que dirige en Casanare el senador Jorge Prieto. Actual concejal, al momento de votar un proyecto es de los pocos que deja sentadas posiciones categóricas y soportadas en argumentación creíble. Muchacho de buenas maneras –que llaman las señoras- con seguridad también tiene sus pecados. En esto de la política no hay mártires inmaculados. Todos tienen un precio. Pero digamos que Puentes pertenece a esa cochada de nuevas caras, que son más los aplausos que las críticas que genera. No obstante adolece de la suficiente maquinaria, clientela, experiencia y perversidad política. Y sin eso –además de un par de miles de millones de pesos- no se gana.

Finalizo con Camilo Andrés Abril Jaimes, ex Representante a la Cámara por Cambio Radical, partido que se espera le dé el aval. Debo reconocer que como “honorable” en el 2011 dio la pelea duramente en contra de la reforma a la ley de regalías que finalmente fue aprobada, despojando a las regiones productoras de hidrocarburos y minerales de ingentes recursos. Incluso se le engalló al entonces Mininterior Germán Vargas Lleras, de su mismo partido. Lo mismo hizo con el Minhacienda Juan Carlos Echeverry. Por lo demás, siempre se le ha criticado su dependencia y genuflexión mental del exgobernador Oscar Wilchez. No proyecta autoridad ni credibilidad. Da la sensación de ser muy manipulable y bastante flojito cuando de tomar decisiones se trata. No tiene mucha opción para ganar.

De entre estos adalides de los desposeídos, guías del bien y del mal, paladines de la justicia, oráculos de sapiencia, lamentablemente no se escapará la alcaldía de Yopal.

Bueno, aunque hay otro “gallo” que está con ganas de picar en la gallera: Helbert Martínez, hombre de pocas palabras, buen trato, pero “biche” en asuntos políticos.

También tiene derecho a aspirar. Más si Nelson Mariño decide apoyarlo abiertamente, sin cartas bajo la manga. A propósito me dicen que ahora Mariño no solo tiene el don de conseguir votos sino de sanar el cuerpo y el alma, con solo tocar al enfermo. ¡Aleluya… dios existe! Digo yo.

*Periodista




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