Por Daniel Alejandro Engativá Rodríguez *
Un Cambio trascendental ocurre en el mercado petrolero internacional, el factor geopolítico así como una sobre oferta y una débil demanda, ha ocasionado entre otros la caída del precio del crudo.
Colombia es para las multinacionales Petroleras un País estratégico, y lo es porque tiene todo lo necesario para que una compañía apueste por un País; Tiene un gobierno que crea condiciones favorables para la inversión, con estabilidad jurídica y además tiene enormes recursos naturales.
Hoy pasamos un momento de gran complejidad para el sector por los bajos precios del crudo, con enormes repercusiones que esto ocasiona sobre las empresas y sobre el gobierno, pero el escenario actual de bajos precios del crudo no es nada nuevo, en los últimos cuarenta años ha ocurrido en varias oportunidades con la particularidad que nunca se ha podido anticipar.
Todo esto ha dado lugar a que los actores del sector energético hayan tenido que revisar sus estrategias y busquen mecanismos para adaptarse a las nuevas condiciones definiendo y aplicando criterios mucho más selectivos para planificar las inversiones.
Los precios bajos exigen una mayor atención para minimizar el riesgo. Así las cosas, lo que buscan son entornos predecibles que garanticen estabilidad y seguridad en la ejecución de los proyectos y ahí está Colombia con un marco jurídico equilibrado, transparente y previsible. Adicionalmente el gobierno ha dotado el sistema de normas claras y robustas para las petroleras. Es así que la reducción en Colombia de la inversión para mantener la producción será mucho menor en que otros países.
Por tanto tenemos futuro, claro bajo la nueva dinámica de precios, pero algo muy importante es que se debe prestar cada día más importancia a las condiciones sociales, es un hecho muy significativo el crecimiento del rechazo de amplios sectores de la sociedad a los proyectos de exploración y producción de hidrocarburos ya que los ven siempre con desconfianza aun cuando son conscientes de la necesidad de los mismos pues estos son un elemento clave para la prosperidad de nuestro país.
Si no hay confianza de las comunidades se seguirán generando conflictos en las regiones, así que se debe avanzar en una gestión social seria y contundente, porque si no conseguimos generar las condiciones para un dialogo claro, riguroso y transparente con todos los actores sociales podemos encontrarnos crecientemente con que nuestra sociedad pueda alejarse del desarrollo de nuevos proyectos y actividades petroleras.
A futuro las diferentes partes interesadas tendrán que conceder a la industria una licencia social para operar porque sin esa licencia las operaciones seguirán retasándose, obstaculizándose, suspendiéndose o incluso como en muchos casos prohibiéndose. Adicionalmente el gobierno debe cambiar urgentemente el modelo de distribución de regalías, las regiones productoras no vamos a soportar tener que seguir acarreando con los impactos negativos y recibir limosnas para el fortalecimiento de las mismas.
En las próximas décadas los hidrocarburos van a seguir siendo la columna vertebral de la demanda energética mundial y así las cosas se deberá trabajar muy duro para satisfacer esa demanda, además, se debe seguir invirtiendo para la consecución de nuevos proyectos.
Las preocupaciones ambientales y sociales deberán ser las prioridades de las estrategias del negocio de las operadoras, porque sin lugar a duda, la industria es algo necesario en la sociedad, la industria genera actividad económica, desarrollo, oportunidades para las personas, construcción del talento, educación, desarrollo, por tanto ellos son socios de esta sociedad.
Los bajos precios del petróleo llegaron para quedarse y representan evidentemente una dificultad enorme para mantener el ritmo necesario para hacer realidad las oportunidades de crecimiento en el sector de exploración y producción, pero pocos países pueden ser más optimistas que Colombia en el futuro de este sector.
Y vuelve el pero en pro de las empresas pues necesitamos urgentemente mecanismos adicionales para fortalecer el sector estimulándolas fiscalmente, no podemos ir en contravía, por ejemplo, Inglaterra el año pasado bajo los impuestos mientras que Colombia los aumentó, si este país quiere seguir por el camino del crecimiento debe actuar con serenidad y tomar las decisiones que tenga que tomar para que las compañías sigan viendo a nuestro país como el más atractivo de América Latina.
Ante estas buenas expectativas, las empresas regionales afrontamos grandes retos ante la caída del precio del petróleo y debemos entrar a revisar cinco aspectos fundamentales al interior de nuestras compañías para seguir siendo competitivos: optimización de costos, acceso a capital, optimización del portafolio, mejoramiento del talento humano y revisión de nuestra estrategia comercial. Lo anterior implica mejorar los índices de competitividad de las empresas prestadoras de servicios de la industria petrolera y contribuir de manera positiva a hacer de Casanare el departamento llanero más próspero y competitivo de Colombia.
* Presidente Junta Directiva Cámara de Comercio de Casanare
La sección de OPINIÓN es un espacio generado por Editorialistas y no refleja o compromete el pensamiento ni la opinión de www.prensalibrecasanare.com