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De Frente - Los adalides

De Frente - Los adalides
Por: Oscar Medina Gómez **

He dicho con vertical franqueza que la gran mayoría de políticos en el poder y los que quieren ser gobernadores y alcaldes, pertenecen a carteles de corruptos. Pasa en Casanare y en el país. Hienas insaciables de lo público, que prometen siempre paraísos de leche y miel. Tribus enteras de menesterosos los siguen y respaldan. Los votan y así les dan permiso legal para robarse el erario, a cambio de limosnas. Sigo firme y convencido de eso.

Pero no puedo mirar para un lado, cuando viejos y nuevos “adalides de los pobres” afilan sus garras. El 25 de octubre entrante habrá elecciones nacionales de alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles. Toca entonces elaborar un lamparazo de esos personajes que en Casanare entregarán hasta su vida por el bien del prójimo. Son muchos, advierto. Tratare de ser lo más breve y concreto. Voy con aspirantes a la gobernación. En otra columna lo haré con la alcaldía de Yopal.

Alirio Guzmán es el candidato de la U a la gobernación. Supone uno que luego de dos fallidas intentos, ya está curtido para corregir errores y lograr su cometido.
Disciplinado y con virtudes gerenciales, le falta malicia. Jhon Molina -actual Representante a la Cámara por la U- obedece órdenes de José Rodolfo “el negro” Pérez. Y tendrá que apoyar de frente a Guzmán. Habría que esperar que “el negro” ponga al servicio de Alirio toda su astucia y jugadas “non sanctas”. Así podría ganar. Pérez -desde un cómodo chinchorro en su finca de Yopal- es capaz de cambiar el decorado del lienzo político de un día para otro.

Trabajadora y con don de mando, su paso por la alcaldía de Yopal le enseñó cómo moverse mañosamente en las peligrosas aguas de la política. Si la exalcaldesa de Yopal Lilian Fernanda Salcedo supera el obstáculo que le impuso la Contraloría para ejercer cargos públicos y se candidatiza por el Partido Liberal –o por el que sea-, indudablemente le pondrá sal, picante y pimienta a la pelea por la gobernación. Ella sabe cómo sortear el problemita de la Contraloría. Si el fin es ser gobernadora, sabrá buscar los medios. La inestabilidad e ingobernabilidad de la administración Celemín, la han fortalecido. Goza de buena aceptación en amplios sectores, pero necesitará aliarse con otros candidatos para derrotar a sus mayores contrincantes. De lo contrario chao.

Irá por Cambio Radical. Aunque es un perfecto desconocido, en los últimos meses ha sido uno de los más activos en proselitismo político. Viene haciendo reuniones cerradas, sobre todo en el sur del departamento. No obstante tener el apoyo del exgobernador Nelson Mariño Velandia y del gobernador Marco Tulio Ruiz Riaño, “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”. La sola popularidad, maquinaria electorera y respaldo de un gobernante no pone nuevos mandatarios. Además de varios miles de millones de pesos, el candidato necesita de su propio ángel, hechizo y encanto para convencer a la gente. Y eso no tiene Ramos. También le falta perversidad política. Ingrediente clave si quiere que la sopa no se le agrie.

Diego Humberto López es un profesor y sindicalista rural que de un momento a otro sintió en su alma el llamado de la política para cambiar y enrutar a Casanare por los caminos de la paz y el progreso. Entendió –dice él- que su lugar no estaba en marchas y protestas al sol y al agua, sino en la gobernación. Por eso se hizo elegir “honorable diputado”, desde donde, como todos, se dedicó a lagartear contratos amparado en el sensiblero y populacho tema de la salud. La Alianza Social Indígena, ASI, le dio el aval. No se extrañen: un profesor disfrazado de indio. En Colombia los avales se venden y compran al mejor postor. Terminará uniéndose a Guzmán…o a Lilian Fernanda…o a Julio Cala…o al mismo diablo si toca. El caso es no quedarse del bus ganador.

Bajo el cursi eslogan de Gran alianza por el departamento, otro ilustre fantasma político quiere saborear las mieles del erario. Un tal Jairo Cristancho, médico de profesión, ha sido bendecido por el partido Alianza Verde, que en Casanare tiene al exgobernador y hoy senador Jorge Prieto Riveros como máximo jefe. Proclama que su gobierno será honesto, de oportunidades, desarrollo y bienestar. ¡Pamplinas! Hace décadas escucho la misma bazofia. Varios de los que eso pregonaban fueron gobernadores o alcaldes, robaron hasta reventarse y terminaron en la cárcel. Así que los cantos de sirena de Cristancho son un refrito.

Con el hipotético respaldo de Opción Ciudadana, al ring ha saltado Julio Cala, un exdiputado que apenas si calentó la silla. No conoce el departamento y menos sus apremiantes necesidades. Su candidatura tendrá el mismo final que la del profesor López: unirse al que más prebendas le ofrezca o al que vea como más claro ganador. Es de esos candidatos que yo llamo comodines. Están ahí sin mayor ruido, pero se acomodan justo cuando les conviene.

Ahora, si por ejemplo José Rodolfo “el negro” Pérez decide montar rancho aparte y lanzarse de candidato –conseguir aval no le queda nada difícil- la cosa cambiaría dramáticamente. Sería un muy duro rival. No tanto porque llene las aspiraciones populares del político ideal e integral, sino porque sabe cómo ganar. No conoce la derrota. De hecho, todos los candidatos quieren contar con el respaldo de “el negro”. Tienen claro que es mejor tenerlo de amigo que de enemigo. La liebre podría saltar y armar el desorden. Digo yo.

**Periodista



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