Por: Oscar medina Gómez **
Soy de los que, no obstante las miles de aberraciones y corruptela generalizada a que nos someten a diario los políticos y gobernantes, pienso que el voto es el camino que tienen los ciudadanos honestos y deshonestos, para cambiar su destino y el de sus pueblos. Muy a pesar de ese asco que es nuestra vomitiva clase política. Desde luego no todos los políticos y aspirantes son corruptos. No todos ni todas se tuercen. La proporción es de uno sano por mil descompuestos. Bueno. Es un consuelo. Una esperanza. Un haz de luz al final del túnel.
Por eso en esta columna voy a señalar con nombre propio a quienes, en mi muy respetuosa pero directa opinión, creo van a obtener una curul en los diversos cargos uninominales y corporaciones públicas de elección popular el domingo 30 de octubre. No me importan los partidos y movimientos. Me valen un higo. O un culo para utilizar un término de más usanza y más castizo y mejor recibido. Ellos no son más que negros carteles de negocios y sucias fábricas expedidoras de avales al mejor postor. Todos. Sin excepción.
Algunos de los nuevos diputados serán Sonia Bernal, una joven y bella aguazuleña con más cojones que muchos que nos las damos de varones. Inteligente, inquieta, combativa y estructurada académicamente, se le ve sangre en el ojo para llegar a recuperar el honor de una negociante y arrodillada duma departamental, de la que uno de sus ex - miembros posa hoy de honesto como candidato a la alcaldía de Yopal. Jum…encantador de bobasos y babosos es lo que es.
María Quijano también logrará su curul en la Asamblea. Aunque su lastimera voz no le ayuda, noble y trabajadora, goza del aprecio de amplios sectores de yopaleños que la han visto siempre como una especie de benefactora de los más olvidados.
La ex – secretaria de educación departamental Elizabeth Ojeda coronará su aspiración diputacional. Desde esa cartera promovió el aumento de nuevas y más plazas para docentes en las instituciones educativas de primaria y secundaria. También puso a funcionar el sistema de gestión de calidad. Sus colegas la respaldarán.
Aunque no es nuevo, Justiniano Porras llegará esta vez. Los errores de la quemada de hace cuatro años fueron corregidos. Hoy se lo ve más sensato, reposado, menos altivo y más dado a servirle a las comunidades. Es un viejo zorro de la política. Sabe dónde y cómo duermen los vampiros. Y cómo se matan. Hablo metafóricamente.
Julio Cala, curtido agricultor y ganadero, cuenta con el franco respaldo de centenares de familias campesinas en Aguazul, Tauramena y Mani, por nombrar apenas tres municipios. Además don Julio tiene el suficiente músculo financiero para esta y más contiendas. En la corroída política colombiana el dinero juega un papel determinante. Eso es innegable. Claro: es de suponer que Cala jugó limpio.
Hellman León subirá de concejal a diputado. Es un personaje que también sabe cuántos pares son tres moscas. Al igual que la mayoría de sus colegas, no fue muy destacada su labor en el Concejo de Yopal. Tiene ahora una oportunidad clara para de verdad reivindicarse con sus electores. Que todo no se le vaya en palabrería. Que actue a ver si justifica el sueldo.
Aunque su campaña es pobre en recursos, a Antolino Guacharná esta vez le sonará la carranga. Es un pintoresco y bonachón personaje, que desde la radio ha sabido canalizar muy bien las alabanzas y agradecimientos de sus oyentes. Son conocidas sus frecuentes ayudas al campesinado, llegando a donde la negligencia estatal y perversidad de los funcionarios públicos no llega. Los enfermos que ha ayudado a transportar a centros de salud desde remotos parajes se cuentan por centenares.
Rafael Eduardo Herrera se sentará en la Asamblea. Los votos de este sociólogo serán apenas los justos. Lo conozco bien. Es estudioso, disciplinado, preocupado siempre por la ciudad. Y tiene una envidiable ventaja sobre muchos: es y se lo ve honesto. Le dará lustre y profundidad dialéctica a esa corporación.
Al concejo de Yopal veo firme al abogado Víctor Hugo Tamayo. La gente le reconoce su pelea abierta y desventajosa contra las mafias enquistadas en el sector de la salud. Sobre todo en el Hospital de Yopal que gerencia a su antojo el karateca perfumado Bruce Lee Becerra, un personaje de muy dudosa reputación.
Frente a la gobernación y alcaldía de Yopal la carne ya está en el asador. Nelson Mariño y Willman Celemín ganarán. Y lejos. Más el segundo que el primero. Los dos -empero las debilidades propias de cualquier candidato, ya en lo jurídico, en lo administrativo y en lo personal- tienen un ingrediente exitoso: arraigo popular. Eso los hace querer de la gente y contar con su respaldo. De ñapa saben cómo moverse por los sinuosos y resbaladizos caminos que encarna una campaña política.
No me dan más espacio. Me faltaron varios diputados. Y la mayoría de concejales. Un asambleísta puede ser, por ejemplo, Felipe pipe Becerra. Otro John Morales al concejo de Yopal. Y Alexis Calvo, el enano del norte, igual puede ser diputado. De él dicen tiene encantadas a las féminas. Vaya uno a saber el tamaño y el por qué del encanto.
Insisto: los políticos per se son sinónimo de trampa, marrulla, juego sucio, enriquecimiento ilícito, corrupción. Pero es justo reconocer que varios se salvan. De esta lista espero que todos vayan al cielo. No al infierno. Digo yo.
**Periodista – Especialista en Gobierno Municipal y Gestión Pública
Pontificia Universidad javeriana