Por Luis Servando González Ayala *

Mi saludo de aprecio y admiración a quienes desde su rango de acción siguen tras la utopía de anteponer lo ambiental ante lo económico para así construir imaginarios colectivos en los que el bienestar general prima sobre el individual, porque con la sumatoria de estas nuevas mentalidades abrimos puertas para la construcción de un mundo con un futuro mejor. Con estas mentalidades quizás enseñamos a nuestros jóvenes y niños el respeto por el medio ambiente que en últimas viene siendo el respeto por la vida.

Quienes educamos y defendemos el medio ambiente no somos terroristas, todo lo contrario, somos los más grandes pacifistas porque a nosotros nos duele la muerte de un animal, la tala de un árbol o la contaminación de un nacedero.

Nosotros no nos identificamos con ideologías que tienen como motor del mundo el dinero, para nosotros el motor del mundo es la naturaleza y las diversas interrelaciones que se dan entre ella, y que generan armonía que es lo que verdaderamente nos da calidad de vida, por eso no estamos con la alteración de los ciclos biológicos, no estamos con la contaminación, ni con las talas ni con nada que rompa los ciclos de nuestra madre tierra porque bien de sobra sabemos es un deterioro para nuestra calidad de vida y la de nuestras futuras generaciones, por eso seguiremos educando y luchando contra todo aquello que atente contra el medio ambiente a cambio de grandes réditos económicos para gigantes y desconocidas multinacionales que en su ciego y desbordado afán por el dinero ven como enemigos a quienes usando razón y corazón se oponen a sus propósitos y en medio de esa miopía racional se atrevan a juzgar y a investigar a líderes que como nuestro amigo Coco Vargas ha sido una persona sin tacha de corrupción, de politiquería o interés que no sea la defensa por su Yopal del alma.

Coco Vargas no es ningún bandido, ningún terrorista o cosa por el estilo como para que se le ande judicializando, Coco Vargas es la voz de aquellos que no nos atrevemos o no podemos hablar, Coco Vargas es la encarnación del espíritu de lucha de las gentes de Yopal que a gritos sienten que vale más nuestro medio ambiente, la vos de aquellos que dicen "agua si, petróleo no".

Que quede bien claro: Coco Vargas no es ningún terrorista…ni más faltaba.

Que juzguen e investiguen a los que regalan nuestros recursos y a los que se los llevan a cambio de dinero, ellos sí están atentando contra nuestras vidas y las de nuestras futuras generaciones, a ellos sí que les caiga todo el peso de la ley.

*Rector Instituto Técnico Ambiental Yopal.