Por Oscar Medina Gómez*
Imbéciles quienes están creyendo que con la condena a 45 meses de prisión de John Jairo Torres Torres alias “John calzones” –una ridiculez, si tenemos en cuenta que estará libre en menos de 2 años, en razón a todos aquellos premios que tiene nuestro torcido aparato de justicia- las cosas van a cambiar en Yopal.
No. La ciudad va a cambiar ¡pero de bandidos! A la alcaldía de Yopal llegará otro bribón torerillo (o bribona) con su corte de banderilleros, con un firme propósito: seguir robándose lo poco o mucho que dejará esta ominosa y santurrona administración, que hoy sigue manipulando a su real gana la pastora alcaldesa encargada Luz Marina Cardozo.
La condena que le impuso un juez de Yopal está acompañada de una multa cercana a los 6.700 millones de pesos. ¡Una chichigua si tenemos en cuenta que el pintoresco “John calzones” logró amasar en muy pocos años miles de millones de pesos! Versiones diversas hablan de entre 150 mil y 300 mil millones. La Fiscalía dice que son 250 mil ¡Como da plata la venta de cucos, pantaletas, tangas, chingues, cacheteros y brasieres!
Esa sentencia popular de que en río revuelto ganancia de pescadores cabe perfecta en este caso. Los más de cuatro mil “compradores” de la ilegal Ciudadela La Bendición –“john calzones” fue condenado por urbanizador ilegal- quedaron hechos. Aprovechando la detención de su jefe, mientras lo condenaban, ya desde hace más de un año no le estaban pagando las “módicas” mensualidades de 250 y 300 mil pesos por lote, en deuda que habían pactado a 15 años.
Ahora, con más razón, menos lo harán. Saben que el gobierno nacional “cortará por lo sano” este enredo. Es decir, el asentamiento humano La Bendición, en la vereda San Rafael, muy cerca de Yopal -donde habitan, dicen, entre 10 y 12 mil personas, con miles de niños, mujeres y ancianos a bordo- será legalizado. Esos terrenos –en proceso de extinción de dominio porque todo indica que pertenecen tramposamente al narcotraficante Germán Sánchez Rey, alias “coletas”, extraditado a España hace 6 años- son un problema legal para el Estado. Pero más grave y serio problema social y legal sería echar a la calle a ese mundo de gente.
Aunque ilegal, La Bendición tiene una planeación urbana mejor que la de cualquier barrio del país. Calles, senderos, zonas verdes, canchas deportivas. Con limitaciones de servicios públicos sanitarios, las familias ya están fundadas allí. Hay pequeños negocios, comercio activo. Tienen una dinámica diaria de vida. Hay que ponerle agua, alcantarillado, luz, gas, transporte público, un colegio, un centro de salud… ¡Y legalizar el entuerto!
Pagaría por ver las caras de paroxismo que deben tener ahora nuestros “prohombres” Arcenio Sandoval, Carlos Fredy Mejía y Leonardo Puentes, por mentar apenas a los tres que perdieron con “John calzones” en 2015. Deben estar orgásmicos de placer. Exaltados mental y físicamente por ser candidatos a reemplazar al titular en desgracia. Las elecciones, que dirán quien terminará los 2 y medio años que faltan del periodo oficial, deben ser más o menos a mediados o finales de mayo de este año. Yopal necesita de sus mentes honestas y desbordantes de sapiencia. Por eso ¡los tres serán candidatos!
De esos tres, hay que decirlo, cualquiera hará un mejor papel que “John calzones” y la Cardozo. No porque tengan un sensato compromiso con la ciudad. Sino porque ha sido tanta la basura y desgracia con aquellos, que cualquier acueducto veredal, escuelita, callecita, reparcheo o puesto de salud que construyan sonará a gran logro.
Arcenio Sandoval ha venido montado sobre el lomo populachero de la construcción de la planta de tratamiento de agua potable, que luego de 6 años aún no está lista. Tiene el mérito de haber dado esa pelea con las autoridades municipales, departamentales y nacionales. Seguramente exhibirá esa credencial al momento de pedir el voto de la gente.
De Carlos Fredy Mejía se sabe que como diputado fue uña y mugre del exgobernador Raúl Flórez, una pesadilla de mandatario del que Casanare tardará décadas en recuperarse. Fueron cientos de miles de millones despilfarrados y robados durante su gobierno. Mejía tendrá que explicar y convencer a los electores de que no participó de esa orgía de billete. Y proponer menos virtualismo y más realidad para Yopal.
Y, aunque es una figura relativamente nueva y con más neuronas pensantes que los anteriores, de Leonardo Puentes es bien sabido que sus lazos de sangre y parentesco con Julieta Vargas de Prieto y Jorge Prieto Riveros no le favorecen políticamente. El rumor callejero es insoportable: Puentes es manejado por ellos. Por eso ¡a leo no le creen! Así que tendrá que deslindarse bastante de su tía y su padrino.
Los abogados de John Jairo Torres apelaron la condena. Por su puesto el Tribunal Superior de Yopal mantendrá el fallo condenatorio. Así varios “togados” quieran inventarse un atajo jurídico para dejarlo libre, un caso tan sonado y mediático no es para menos. De ahí que ¡hasta la vista baby! Digo yo.
*Periodista