Por Oscar Medina Gómez*
Claramente Luis Eduardo Castro le falta el respeto al exgobernador Marco Tulio Ruiz (periodo entre mediados de 2013 y final de 2015), a todo su gabinete, a sus jefes de división y en general al gobierno en pleno de ese entonces.
Sí. Este aspirante a ser el alcalde de Yopal, va de barrio en barrio, de tarima en tarima, de cancha en cancha, de foro en foro, de emisora en emisora gritando locamente que en Casanare él es el único que sabe hacer viviendas, construir carreteras, tender redes eléctricas y de gas, adjudicar subsidios de vivienda, construir y mejorar hospitales, hacer escuelas, centros deportivos, combatir la delincuencia… y más proezas. Que, mejor dicho, él era quien realmente mandaba, decidía, ordenaba el gasto público, firmaba órdenes de trabajo y llevaba la voz cantante en el anterior gobierno departamental.
Trepado en los hombros del exgobernador Marco Tulio, aprovechándose de su popularidad y apropiándose de sus obras cree que será el alcalde. ¡Por favor! Las hazañas que se inventa y bufonea obligan a razonar y preguntarse: ¿entonces por qué Luis Eduardo Castro ha perdido todas las elecciones por voto popular? Una a la cámara, una al senado y tres a la alcaldía de Yopal. Siempre lo han derrotado estrepitosamente. Es un crónico perdedor.
Respuesta: porque este sujeto -a quien apodan cariñosamente “lulú”- es un mentiroso. Y la gente jamás le ha creído sus promesas. Por eso lo han castigado en las urnas. Voto de castigo en el que siempre ha pesado, y mucho, su inocultable despotismo y repulsiva prepotencia cuando ha ocupado uno que otro cargo público
(Ver https://prensalibrecasanare.com/opinion/34488-de-frente-de-candidatos-dyspotas.html )
Desde luego que en las campañas políticas, del mundo entero, todos los candidatos mienten. Pero hay que saber y tener cuidado al mentir. Sobre todo tener claro de no violar esa delgada línea fronteriza entre lo políticamente correcto y la desvergüenza. Traspasar ese lindero es, digo aquí, hasta delictivo.
Es que Castro es un mitómano. Un politiquero que con el único propósito de pescar algunos votos, miente compulsiva y descaradamente. Vende promesas y sueños irrealizables a la gente. Sin reparar en el daño que causarán sus embustes en miles de familias.
Cuando Castro dice que en el gobierno del recordado Marco Tulio Ruiz prácticamente todas las obras que se hicieron se le deben a él como Jefe de planeación, pues simplemente se deduce que el gobernador titular era apenas uno más de sus subalternos. Que sólo hacía caso para firmar los contratos. Lo mismo todos los secretarios del gabinete. O los jefes que estaban al frente de la Unidad de Vivienda Departamental, en la gerencia de Enerca, o en el Indercas.
En mora de salir públicamente a desmentirlo y ponerlo en su lugar, están, por ejemplo, Narda Perilla –exjefe de la Unidad de Vivienda Departamental, Wilson Arenas, exsecretario de Obras Públicas, Jaqueline Martínez, exsecretaria de Educación y Diana Soraya Velásquez, exsecretaria de Salud. Es un deber ciudadano hacerlo. A la gente no se le puede seguir engañando. Miren no más lo que pasó con el actual alcalde Leonardo Puentes. Que a punta de mentiras llegó al poder. Y no cumplió una sola de las seis grandes obras que prometió.
Miente y engaña a la gente Luis Eduardo Castro en un tema tremendamente sensible y muy rentable en votos para los mentirosos politiqueros, como es de la vivienda nueva de interés social, los lotes con servicios, los mejoramientos de vivienda usada y los subsidios. Sin el más mínimo asomo de vergüenza dice que construirá 5 mil viviendas y entregará 5 mil subsidios. Pero al revisar con lupa su programa de gobierno, por ningún lado aparecen estas cifras. Su defensa es que no está obligado a escribirlo en un papel.
El engaño de Castro se desbarata fácil cuando información comprobable del gobierno del Presidente Iván Duque -a través del Ministerio de Vivienda, de la Dirección Nacional de Planeación, DNP y del Plan Nacional de Desarrollo- habla que para la vigencia fiscal del 2020 los dineros destinados para subsidiar la construcción de vivienda urbana y rural en Casanare (en los 19 municipios) son apenas 3.800 millones de pesos. ¡Escasamente alcanzarían para 160 o 170 viviendas nuevas!
Al hacer la proyección para 4 años –contando con que el gobierno central mantenga esa cifra y no nos haga conejo, como siempre- a Casanare le corresponderían sólo 15 mil 200 millones de pesos para subsidiar entre 650 y 700 viviendas nuevas. Entonces, querido Luis Eduardo, ¿Dónde están los otros 95 mil millones de pesos que se requieren para completar sus 5 mil viviendas, y los 50 mil millones más para los mejoramientos, y…?
Y eso que Castro anda pregonando de que se apoyará en convenios con la Gobernación, también es mentira. Para 2020 el presupuesto de inversión del dpto no suma 75 mil millones de pesos. ¿Será que el gobernador le va a girar esos flaquitos recursos a la alcaldía de Yopal, desatendiendo a 18 municipios en muchos sectores apremiantes como la educación o la salud?
Otra pregunta: ¿Y los recursos multimillonarios necesarios para dotar de servicios públicos (agua, luz, alcantarillado, gas), movilidad, vías de acceso, ornato, equipamiento urbano, alumbrado público, seguridad policial, centros de salud y colegios cercanos que se requieren para las 5 mil viviendas? Luis Eduardo: más rápido cae un mentiroso que un cojo.
Dentro de su interminable colección de mentiras también le escuché decir a Castro que él sí construirá el Malecón del Río Cravo Sur. Y que lo dotará con 3 piscinas, un centro comercial, una estación de policía, un puesto de bomberos, un centro de salud, ambulancias y mucho más. Calculen cuánto puede valer una obra así: ¡no menos de 250 mil millones de pesos!
Ahora, otra de sus mentirotas monumentales es que es el dueño de la autoridad y la seguridad. Que esas premisas están escrituradas a su nombre. ¡Falso! Le recuerdo que a él la gente no lo ve como una persona con autoridad. Lo ve como un sujeto autoritario y dictadorzuelo. Que desprecia y humilla a sus subalternos aprovechándose de las posiciones de poder y mando que ha tenido. Un milagrero, un encantador de serpientes que nunca ha ganado nada.
Y, porque la gente no olvida, por eso ha perdido todas sus intentonas en el voto popular. Un sujeto triste, malintencionado y bravucón, que vive engañado creyéndose un gran líder. Antes del 27 de octubre próximo, el día de elecciones, pondrá a rodar y vender más mentiras impactantes. Sus mentiras lo condenarán de nuevo en las urnas. Por sexta vez. Digo yo.
Ñapa: Claudia Patricia Figueredo fue despedida sin justa causa cuando era la Secretaria General de Unitrópico. Luis Eduardo Castro era el Jefe Dptal de Planeación y cabeza principal de Consejo Superior de esa universidad. Ella acusó al Consejo de acoso laboral. El Tribunal Superior de Casanare falló a su favor, ordenando a Unitropico indemnizarla en 88 millones de pesos. Dinero que la afectada ya recibió. El tribunal pidió a la Procuraduría investigar disciplinariamente a Castro por acoso laboral, dado que al momento de los hechos ejercía funciones de servidor público. Esos 88 millones de pesos –recursos de todos los casanareños- posiblemente los tendrá que pagar Castro a la universidad, en una acción legal de carácter civil. (Ver https://prensalibrecasanare.com/yopal/28129-luns-eduardo-castro-se-defendiu-por-millonaria-indemnizaciun-a-ex-funcionaria-de-unitrupico-despedida-sin-justa-causa.html )
*Periodista.
La sección de OPINIÓN es un espacio generado por Editorialistas y no refleja o compromete el pensamiento, ni la opinión de www.prensalibrecasanare.com