Por Sonia Shirley Bernal Sánchez*
La intervención de Capresoca no es una mala noticia para los usuarios y afiliados; al contrario, es una oportunidad para mejorar la calidad de los servicios de salud y garantizar que los recursos públicos se utilicen de manera transparente. Pero sí es una mala noticia quienes pretendan tener beneficios personales de manera directa o indirecta. Ahora, con la Superintendencia Nacional de Salud al frente, se pondrá fin a los malos manejos que tanto han afectado a los casanareños, priorizando el bienestar de los usuarios sobre los intereses de unos pocos.
La EPS, que brinda servicios de salud a más de 170 mil usuarios, estaba en una situación crítica que ponía en riesgo el derecho fundamental a la salud. La priodidad hoy, es que se pueda garantizar el derecho a la salud para los casanareños.
La Superintendencia Nacional de Salud ha intervenido para evitar una liquidación inminente y garantizar la continuidad del servicio. Esta acción no solo protege el acceso a la salud de miles de ciudadanos, sino que también asegura que los recursos públicos de salud se utilicen de manera eficiente. La intervención es un salvavidas que llega en el momento adecuado.
Como senadora de la República, mi compromiso de hacer el control político necesario para que esta intervención sea transparente y garantista de la prestación del servicio de salud de los afilados de Capresoca.
Lo más importante en una EPS es que brinde atención de calidad y oportuna a sus usuarios. Lamentablemente, Capresoca venía fallando gravemente en este aspecto. Hasta julio de 2024, los desacatos aumentaron un 71% en comparación con el año anterior, y las tutelas interpuestas contra la EPS crecieron un 66% debido a la deficiente prestación de servicios. Además, las quejas (PQR) pasaron de 1.583 en 2023 a 3.440 en 2024, reflejando una situación crítica.
Las finanzas de la EPS también están en una situación alarmante. En el último año, el patrimonio de Capresoca se deterioró un 20%, incrementando su deuda de 132 mil millones a 151 mil millones. Este deterioro financiero hizo inevitable la intervención.
A los trabajadores de Capresoca, les envío un mensaje de tranquilidad y de solicitud de compromiso para esta etapa de transición. Como ha señalado el superintendente Luis Carlos Leal Angarita, "los trabajadores continuarán", asegurando tanto la vida de los usuarios como la correcta gestión de los recursos públicos. Sus empleos están a salvo, y su papel en esta transición será clave para el éxito del proceso.
Ahora, el reto es garantizar que esta intervención traiga estabilidad financiera y mejoras en la atención a los usuarios. Estoy segura de que, con un manejo transparente y eficiente, Capresoca podrá superar esta crisis y volver a cumplir su misión de proteger la salud de los casanareños.
*Senadora del Congreso de Colombia