Por Oscar Medina Gómez
Desde hace cerca de un año Jorge Torres -una cuota politiquera- es el gerente de Enerca, la Empresa de energía eléctrica de Casanare.
Ante el cada día más desastroso servicio que ofrece esta empresa a los casanareños, este señor solo se quedó en eso: una cuota politiquera. Nació para eso. Para obedecer a las ambiciones e intereses económicos de las hienas hambrientas de los dineros públicos, quienes lo manipulan a distancia. El bienestar de la gente le importa un higo. Y menos le importa la imagen de la entidad que gerencia.
En todos los municipios, corregimientos y veredas de Casanare la bronca y el descontento crecen exponencialmente a cada momento. Los usuarios nos sentimos pisoteados y, sobre todo, robados. Atracados en nuestros intereses. Eso sí, los cobros para pagar la mensualidad de un servicio que se presta irregular y groseramente, no dan espera. Puntualitos llegan por debajo de las puertas de las casas.
Ni Jorge Torres, ni nadie en esa empresa dan razón de las causas de los frecuentes y sorpresivos apagones de luz que afectan no solo la dinámica y la paz familiar, comercial y empresarial de los casanareños, sino que queman los electrodomésticos y equipos similares.
Las fallas técnicas y de cobertura que protagoniza Enerca, someten a miles de casanareños a tener que soportar la ineficiencia e ineptitud administrativa no solo de su actual gerente. Recordemos que lo mismo y peor ocurría cuando estaba un tal Luis Carlos Castro -otra cuota politiquera- quien fue echado por enredos judiciales, sujeto del que a la fecha no se sabe de su paradero.
Ya ni siquiera podemos sentarnos plácida y entusiastamente en casa a ver un partido de futbol. O un noticiario de televisión. O un programa infantil para nuestros hijos. O lo que se nos dela gana ver. Claro que no. Enerca llega y ¡pum! Nos deja en tinieblas. Ahí sí -como reza el dicho- , viendo un chispero.
Hemos retrocedido a la década de los 80s cuando en Yopal tocaba alumbrarse a punta de linternas y espermas, porque el servicio de la Empresa de Energía de Boyacá era por horas. Bueno, pero por lo menos sabíamos a qué atenernos.
Enerca no solo nos hace llegar sin pierde los recibos de cobro. La desfachatez llega a obligar a los usuarios a pagar valores excesivos. Así. Sin más ni más. Y vaya uno a tratar de buscar explicaciones. Lo mandan a freír espárragos. Secretarias irreverentes -preocupadas solo por su labial y el escote- fríamente dicen: “pague y después miramos a ver qué pasó”.
Recién se ha conocido que los más de 12 mil millones de pesos invertidos por Enerca en el montaje de la subestación de Aguazul -programada para ser inaugurada este último fin de semana- se aplazó. Dice torres que por fallas en la línea de conducción que parte de Aguaclara en Sabanalarga, y que optimizaría el servicio en Maní, Aguazul, Recetor, Chámeza y Pajarito, Boyacá. Umm…vaya uno saber si eso es cierto lo que dice el gerente.
Los casanareños recordamos que cuando Jorge Torres asumió como gerente, se le llenó su bocota diciendo que además de consolidar negocios de inversión para fortalecer la entidad económicamente, los procesos administrativos y procedimientos internos se iban a optimizar. Los hechos le han obligado a tragarse sus palabras. Bueno. Aunque eso a este tipo de personajillos les resbala.
Enerca, la Empresa de Energía Eléctrica de Casanare, se fue al traste. O, en el mejor de los caso, está a punto de quebrarse. A hoy es depositaria de una deuda que fácilmente supera los 15 mil millones de pesos.
Finalmente los politiqueros terminaron devorándola. Su voracidad desmedida por despilfarrar y robarse hasta el último peso de sus arcas, y su desprecio por el pueblo que los eligió, la tienen en ruinas.
A don Marco Tulio Ruiz, el gobernador de Casanare, le digo que no permita que a Enerca se la continúen devorando los politiqueros. Que pare ya el raponazo. Ya es poco lo que les queda para engullirse de una empresa que todos creímos en algún momento, era un ejemplo para mostrar.
Marco Tulio: la corrupción sigue de fiesta allí. A 300 metros de su despacho. Su obligación es hacer una poda a fondo, una limpieza de toda esa basura burocrática que la habita. Y que no solo le impide ser honesta y eficiente, sino que la está llevando al despeñadero.
A Jorge Torres sólo le doy un consejo: ¡renuncie carajo! Su señoría ha dado muestras inequívocas de que poco y nada sabe de administración empresarial. Y eso que dizque tienen todos los títulos, magísteres y doctorados habidos y por haber.
Váyase de la empresa señor Torres. Dele paso a quienes sí quieren el desarrollo de Casanare. Hágalo antes de ud. salga por echado por la puerta de atrás. Como le pasó a Castro. La nauseabunda burocracia que lo puso en el cargo se encargará de sacarlo a patadas. No lo dude. Digo yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 a.m. Emisora Manantial Estéreo 107.7 FM