Por Oscar Medina Gómez
Sale Diego Humberto López, presidente de la Asamblea Departamental de Casanare, a decir por cuanta emisora encuentra que los diputados ya están “socializando” , “democratizando” el nuevo Plan de Desarrollo Departamental “A toda Marcha”, presentado por el gobernador Marco Tulio Ruiz Riaño.
Eso, dicen ellos, forma parte de su trabajo de control político y administrativo. Claro que lo mismo han dicho durante décadas quienes han antecedido a la actual comparsa de diputados. Una manada de hombres, mujeres y otras especies que poco bien le hace al departamento. Y sí mucho mal.
Así el presupuesto que presenten los gobernadores sea por el monto que sea -en este caso es de un billón de pesos-, lo cierto es que siempre se escuchan las quejas y el malestar de las comunidades. Alegan abandono endémico de las autoridades. Pelean porque, dicen, siempre los gobernantes de turno incumplen lo prometido y consignado en los planes de desarrollo.
Por ende la educación, la salud, la vivienda, el agua potable, los alcantarillados, el mejoramiento de las vías, los tendidos eléctricos, la creación de puestos de trabajo y muchos más sectores se atienden a medias. O, como ocurre en la práctica, no se atienden nunca.
Ante este engaño descarado a la gente es aquí donde uno se pregunta, la comunidad en general se cuestiona ¿cuál es el verdadero papel que desempeñan los “honorables diputados”? ¿En dónde queda el tan mentado control político y administrativo? ¿Por qué se hacen elegir en sospechosas campañas electorales, que no le cuestan a cada uno menos de mil millones de pesos, cuando en sueldos como máximo reciben 334 millones de pesos en los cuatro años de periodo que les corresponde? ¿Cómo hacen para recuperar ese hueco de más de 600 millones de saldo en rojo?
Si las comunidades siempre se muestran inconformes con las obras y programas de los gobernantes y el papel que desempeñan los diputados, si el cumplimiento y las ejecutorias reales de los planes de desarrollo dejan más dudas que reconocimientos, es porque unos y otros están mintiendo.
Por eso risa me da enterarme de los cronogramas de visitas y desplazamientos de los honorables diputados a los municipios de Casanare, dizque a socializar y consultar con el pueblo el Plan de Desarrollo.
Risa y bronca me produce el otrora buen profesor Diego Humberto -hoy venido a menos como político- cuando se esfuerza por los micrófonos en convencer a la gente de que él es un patriota. Todos sabemos que no es más que un desprestigiado diputado. Como la casi totalidad de ellos. (Esperemos con qué nos sale “Pipe” Becerra”).
¡Pamplinas! Son puros cuentos flojos. Chistes de mal gusto con los que esos personajes y personajas (parafraseando al busetero presidente venezolano Nicolás Maduro) siempre embaucan a la gente para justificar su cargo y todas las prebendas económicas que se desprenden de él. Digo Yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6- 8 A.M. Emisora Manantial Estéreo 107.7 FM