Aunque el Paro Cívico se levantó, un grupo de vándalos conformado en su mayoría por jóvenes que no superan los 20 años, protagonizaron anoche nuevamente disturbios.
Los desadaptados iniciaron los desórdenes en el puente peatonal de la calle 30 con séptima, donde agredían a los transeúntes, que confiados con el anunció del fin de las protestas transitaban por el sector.
Desde la carrera séptima hasta la transversal 15 y caño seco golpeaban motos y carros, lanzaban piedras y colocaban nuevas barricadas sobre la calzada.
Con la llegada del Escuadrón Antimotines de la Policía Nacional, empezaron a utilizar botellas al parecer con gasolina y alcohol, por lo que el ESMAD repelió el ataque con gases lacrimógenos.
Los revoltosos se refugiaban en viviendas de Casimena, hasta donde llegaron los hombres de la fuerza pública, originando escenas de pánico entre algunos habitantes, ya que las viviendas nuevamente se llenaron de humo de los gases lacrimógenos.
Varias familias tuvieron que salir a las calles para no ahogarse y se presentó un caso de un bebé de 6 meses que debió ser atendido de urgencia por un médico que vive en el sector, ante la gravedad del ahogamiento que sufría, según relataron los vecinos.
Un grupo de habitantes de Casimena cansado de 3 noches de horror, se armaron de palos, evitando el paso de los vándalos por las calles del barrio.
El grupo de desadaptados se subió al puente peatonal con palos, piedras y varillas, donde golpeaban las barandas de la estructura generando un ruido ensordecedor. El ESMAD los acorraló por lo que huyeron ingresando violentamente a varias viviendas montándose sobre rejas y verjas, hasta donde entraron también los policías sacándolos a la fuerza y reteniendo a por lo menos una docena de individuos.
Los desórdenes se prolongaron desde las 7 de la noche, hasta la una de la madrugada.
Según testigos, el grupo de vándalos proceden de diferentes sectores de la Comuna V.
Los vándalos están agrupados en una supuesta organización autodenominada “Juventudes de izquierda revolucionarias”, frase con la que pintaron algunos grafitis en paredes del sector.
Este grupo fue el responsable del asalto a varios locales comerciales de donde se llevaron mercancías y sembraron terror durante las últimas tres noches.