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Redacción JudicialEl 16 y el 17 de julio, el Juzgado Penal del Circuito de Yopal sentenció a 14 años de prisión a los comandantes de las Autodefensas Campesinas de Casanare por el asesinato de Emiro Sossa, un reconocido líder de la región y ex gobernador del Casanare que fue perseguido debido a sus ideales políticos.
A pesar de que tanto Martín Llanos como su padre negaron en un principio su participación en el crimen, en junio de 2013 terminaron por aceptar su responsabilidad.
En esa oportunidad explicaron que las decisiones de ejecutar a cualquier persona se tomaban tras una reunión del estado mayor, del cual eran miembros, Buitrago Rodríguez como fundador de las ACC y Buitrago Parada como director político de la organización.
Asimismo, la Fiscalía contó con una decena de declaraciones de otros jefes de las ACC que relataron cómo se fraguó el plan criminal para asesinar a Sossa.
Personajes como Josué Darío Orjuela Martínez, alias Solín, ya condenado por estos hechos, pues fue quien “lideró y ordenó a los sicarios la comisión del crimen”, y José Reinaldo Cárdenas, alias Coplero, contaron que la orden de asesinar al ex gobernador de Casanare la dio directamente Martín Llanos.
Según los ex paramilitares, Luis Eduardo Linares Vargas, alias HK, el extinto jefe militar de la ACC, los llamó y les dijo que Buitrago Parada había determinado que Emiro Sossa debía morir. “La verdad la orden sí venía directamente del Estado mayor. A mí me la dio HK y me autorizaron matar a ese señor (Sossa).
Yo mandé a dos muchachos a Yopal a que lo mataran, un tal Carlitos y Chamo”, indicó Solín. A su vez, Coplero precisó: “Solín nos dio la orden a mi persona y a Chamo”.
El 7 de diciembre de 2001, en la finca El Retorno en Yopal, Sossa se encontraba recorriendo el predio junto a Gilberto Coronado y Eduardo Narváez. Cuando regresaban a la casa, dos hombres —Chamo y Carlitos— los detuvieron y los hicieron descender del vehículo.
Tras identificar al ex gobernador le dispararon en cuatro oportunidades y huyeron del lugar. Días después de los hechos, la viuda Lourdes Carrillo les dijo a las autoridades que su esposo fue contactado por Martín Llanos para decirle que se fuera del departamento.
Sossa buscó la manera de solucionar las cosas, pero terminó recibiendo más amenazas. La versión fue corroborada por el entonces secretario general de la Gobernación, Jairo Bossuete, quien agregó que Sossa “fue citado por los comandantes con la obligación de ir a esas citas porque si no sería asesinado o desterrado”.
Para el juzgado quedó claro que la muerte de Emiro Sossa fue producto de una orden directa impartida por Martín Llanos, El Patrón y HK. En una de las reuniones este último dijo que no debían apoyar a la guerrilla y que no compartía las ideas de Sossa, de quien se comentaba que “pertenecía a la subversión (...) Las ACC le (dijeron) a Sossa por quién debía votar, así como que le volvían a citar si hacía política. Probanzas que dejan ver el motivo de las ACC para terminar con la vida de Emiro Sossa”, se lee en la sentencia.
Cabe recordar que Emiro Sossa era hermano de Gustavo Sossa, segundo renglón en la lista al Senado de Germán Vargas Lleras para las elecciones de 2002. Y este fue uno de los hechos que le permitieron a la Corte Suprema de Justicia advertir que los señalamientos que hicieron Solín y otros comandantes de las ACC sobre los supuestos nexos de Vargas Lleras con Martín Llanos eran falsos, ya que no había razón para que esta organización asesinara a una persona que trabajaba de la mano de un aliado político.
En los últimos meses, Martín Llanos ha declarado ante la Corte y ha dicho que varios de sus lugartenientes están mintiendo, ya que ellos no conocían en detalle las relaciones que las ACC tenían con la clase dirigente.