Hoy lunes 30 de enero se celebra el día de la lucha contra la lepra, en Yopal a través de distintas actividades se le recordará a la población que esta enfermedad es fácil de detectar y tiene cura. Lo importante es hacer un diagnóstico y un tratamiento oportuno.
Lindan Arias Pérez, referente de la línea de enfermedades emergentes, remergentes y desatendidas de la Secretaría de Salud de Yopal, indicó que toda persona que registre alguna mancha no hereditaria, incolora y que no presente dolor, además de mejoría si se ha venido tratando, puede ser que sea sospechosa de lepra.
En Yopal durante los últimos cuatro años, los casos han sido de dos en el 2013 y de a uno cada año desde el 2014 al 2016, a la fecha no hay casos diagnosticados.
Referente a otras ciudades y departamentos, la enfermedad es muy baja pero esto no quiere decir que no se tenga en Yopal, sostuvo la profesional.
La lepra no es una enfermedad hereditaria sino causada por una bacteria llamada mycobacterium leprae. Su transmisión ocurre cuando se tiene contacto directo con una persona enferma que no está en tratamiento a través de las microgotas, “cuando esta persona estornuda o tose enfrente, está contagiando, es por eso que se debe acudir a tiempo al médico cuando se presente algún síntoma relacionado con la enfermedad porque la puede contraer cualquier persona y sin límite de edad”, señaló la funcionaria.
“Los tratamientos son totalmente gratis y los entes territoriales como lo es la Secretaría de Salud Municipal dan a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) o a los pacientes los medicamentos respectivos, ya que son de custodia provenientes de programas nacionales y no se consiguen en las farmacias del país”, aseguró Lindan Arias.
Es importante que todos los casos diagnosticados sean reportados a la Secretaría de Salud para poderles administrar los medicamentos respectivos. “El tratamiento para una persona con lepra depende de su clasificación y así su tratamiento, donde se le hace el respectivo seguimiento al paciente, durando de seis meses a un año. Después de su curación, se le continúa con un seguimiento de cinco a 10 años”, precisó Arias Pérez.