En Hato Corozal, mientras estaba en una finca de la vereda San Nicolás, Julio Andrés Fernández Carvajal tuvo contacto con una oruga venenosa por lo que debió ser remitido al Hospital Regional de la Orinoquia desde el pasado domingo por síntomas de envenenamiento.
Se trata del ex secretario de gobierno de esa población de 29 años, quien el pasado 21 de enero cargaba unos postes de madera para una cerca y en ese material estaba la Lonomia sin que se percatara de su presencia y luego de tocarla sufrió vómitos, náuseas y fiebre.
Al día siguiente estuvo bien, sin embargo, pasados un par de días empezó a observar moretones en su cuerpo lo que originaron la alerta y el ingreso al Centro Médico.
Este lunes 28 de enero los médicos le aplicaron 10 dosis se suero, debido a que habían transcurrido algunos días para el debido tratamiento.
El Ministerio de Salud ordenó a una comisión para que realice una visita en el predio donde se presentó el caso con el fin de que se adelante la respectiva investigación, igualmente advirtió a las Secretarías de Salud de Casanare y de ese municipio aplicar los protocolos de socialización para evitar el contacto con la oruga, así como hacer entender el protocolo para la respectiva atención a tiempo.
Julio Andrés es el primer colombiano, en utilizar el antídoto elaborado en Colombia y de cepa casanareña, pues antes se dependía del Instituto Butantan de São Paulo (Brasil), único productor de la región y la escasez de antídoto se llegó a presentar en varias ocasiones, por lo que Colombia inicio a trabajar en la producción de suero antilonómico a mediados de 2017, La gestión llevada a cabo por el Instituto Nacional de Salud (INS), permitió producir unas primeras pruebas.
En el campo la oruga venenosa o Lonomia es conocida como churrusco y en su etapa adulta es una mariposa. En el proceso de metamorfosis de este animal, es justamente la mariposa quien pone los huevos en la corteza de los árboles, los cuales después de un mes eclosionan y sale la larva en cuyo estado dura 2 meses, tiempo en el cual se vuelve potencialmente peligrosa al contacto humano.
Los síntomas iniciales después de tener contacto con la oruga son náuseas y vómitos, ansiedad, dolores musculares y en menor frecuencia dolores abdominales, hipotermia e hipotensión, una vez se detecten los anteriores síntomas, el paciente debe ser remitido inmediatamente a un centro asistencial, en donde se le debe aplicar el suero antilonómico, para contrarrestar el efecto.
Cabe recordar que, en el año 2000, una mujer que fue picada por la oruga en una vereda de Nunchía, falleció en un Hospital de Bogotá, debido a que el tratamiento con suero antilonómico, no se le suministró a tiempo.