El fallecimiento de un neonato de nueve días de nacido en el Hospital de Yopal generó un confuso hecho en el que se vio involucrado un miembro de la vigilancia del hospital y la mamá del niño fallecido.
Según explicaron voceros del hospital de Yopal, la muerte del bebé generó una reacción por parte de su madre, que habría desarmado a uno de los celadores.
El coordinador de urgencias del Hospital de Yopal, Darío Hernández Santacoloma, informó que sobre las 12:15 del día se enteró de la muerte de un niño en la unidad neonatal, quien había nacido de 33 semanas de gestación, pesando 1.600 gramos.
Sostuvo que el incidente de la agresión se encuentra en proceso de investigación, “el único vigilante autorizado para portar un arma es el que se encuentra en las partes externas del hospital, como el área del mantenimiento que confluye hasta el río. Quien fue el primer vigilante que llegó a mediar en la situación y en el forcejeo con la madre que intentaba agredir a la neonatóloga, en un momento el arma cae de la funda del vigilante”.
El neonato presentaba enterocolitis necrotizante del recién nacido, alteración a nivel intestinal en algunos casos de manejo médico, pero que en otros casos requiere resolución de cirugía.
Frente a comentarios de que el Hospital no habría prestado la debida atención, dijo que la historia clínica que reposa en el sistema tiene 60 folios, es decir 60 evoluciones que se realizaron durante los nueve días. “El menor estaba siendo visto por la neonatóloga que se encuentra siempre en el día, en la noche por el pediatra y ya había sido valorado por cirugía general”, afirmó Hernández.
“En la historia clínica está escrito que a la madre y al padre se les había comentado en múltiples oportunidades la condición crítica del menor, con un desarrollo final que no se podía predecir, sino que se esperaba la evolución del día a día. No se debió a negligencia del hospital”, reiteró.
Sobre la reacción de la madre manifestó que “uno nunca está preparado para enfrentar la muerte. Se espera que los hijos entierren a los padres, no los padres a los hijos, entonces eso generó la reacción, además era su primer hijo a los 42 años, entonces la situación es un poco difícil de comprender”, explicó.
Según el médico, el menor fue valorado constantemente durante los nueve días, y el domingo presentó distensión abdominal, unas situaciones que llevaron a pensar que tenía una peritonitis secundaria de una perforación de esas asas intestinales, entonces se procedió a realizar un procedimiento quirúrgico que constituía en hacer la recepción de parte de ese intestino que se había dañado.
“El menor se encontraba entubado y en recuperación, pero infortunadamente no ayudo su edad gestacional y su peso, pues adicionalmente presentó un sangrado intracraneal generado por la inmadurez de su cerebro, ya que un cerebro de 33 semanas aún no está en condiciones de nacer, sin embargo el organismo trata de adaptarse y en la mayoría de los casos le es favorable, pero en este caso se presentó el sangrado y sobre las 11 de la mañana el bebé falleció”.