Con pancartas en mano, un grupo de mujeres comerciantes de la carrera 9 con calle 46 en Yopal se manifestó este martes frente a la Alcaldía Municipal, denunciando lo que consideran una injusticia: el desalojo de los bares en los que han trabajado durante años, por presuntas restricciones en el uso del suelo.

"Somos madres cabeza de hogar, con deudas, con compromisos, y no estamos robando a nadie. Solo pedimos trabajar", expresó Jude Reinel, vocera de las manifestantes, señaló que la medida ha sido sorpresiva e incoherente, dado que las autoridades han recibido los pagos de impuestos, renovaciones de Cámara de Comercio y otros requisitos legales.

Según las comerciantes, los bares afectados llevan operando más de una década, y este año, después de realizar sus inversiones y renovaciones de permisos, la administración municipal les dio un plazo de dos meses para abandonar el lugar.

“Nosotros generamos empleo, comercio, y pagamos impuestos como zona comercial, pero ahora nos dicen que esta es una zona residencial. ¿Por qué entonces nos cobran luz comercial y nos permiten sacar Cámara de Comercio si no se permite ese uso del suelo?”, reclamaron.

Más de 40 personas, entre propietarios, empleados y arrendadores, se verían afectadas directamente por esta medida. Las comerciantes afirman que la recolección de firmas de algunas personas del barrio El Progreso para exigir su salida no representa la voluntad general de la comunidad, y señalan que muchas de esas firmas no corresponden a residentes del sector.

Una de las manifestantes relató que, pese a haber renovado documentos en marzo y pagar una multa cercana a los $900.000, tres meses después le exigieron el cierre del negocio. “¿Quién me responde por ese dinero? Si no se podía trabajar, ¿por qué me pidieron sacar todos los papeles?”, cuestionó.

Los comerciantes esperan una mesa de diálogo urgente con la administración municipal para buscar alternativas que les permitan mantener sus negocios y su sustento.

Por su parte los vecinos afirman que los niveles de ruido son insoportables, a lo que se suma los desórdenes que se generan en las madrugadas justamente a la salida de los bares.