Prenslibre casanare noticias minuto a minuto

Nuestro canal en youtube PrensaLibreCasanare
Camel ingenieria

De Frente - El Congreso despreciable

De Frente - El Congreso despreciable
Por Oscar Medina Gómez.

La intervención de Juan Manuel Santos al instalar las primeras sesiones ordinarias del Congreso de la República de la era Iván Duque, fue el vivo reflejo de lo que es ese recinto, llamado pomposamente “el templo de la democracia”: una cueva de mentirosos, traicioneros, cínicos, corruptos y bandidos que se pelean a dentelladas –y si es necesario asesinan- por quedarse con las tajadas más gordas y sustanciosas del erario nacional.

Habló de un país mágico, perfecto e idealizado sólo en los libros de cuentos para niños. Un país donde sus 50 millones de habitantes disfrutan y viven cada día en una permanente paz y felicidad. Derivadas del progreso y la calidad de vida desbordante. Nadie sufre hambre, ni sed ni frio. Nadie padece por empleo digno, por atención oportuna y eficaz en salud, por tener una vivienda decente, por matricular a sus hijos en la escuela, el colegio o la universidad. A nadie asesinan, secuestran ni roban en los campos, ciudades o villorios.

Según él, tenemos grandes superautopistas que conectan todo el territorio. Todos los municipios -además de estar conectados a internet- cuentan con plena iluminación de energía eléctrica, están dotados de gas natural, agua potable y alcantarillados eficientes. Y por el medio ambiente no hay que preocuparse: no hay deforestación, no hay minería ilegal, no hay tala de bosques y nuestros ríos, quebradas y lagunas están a rebosar de agua: las cuencas hidrográficas siguen produciéndola por toneladas.

Con la desfachatez propia de sujetos de su clase y sin el más mínimo asomo de vergüenza, Santos dijo que, en gracia de su pacto de paz con las FARC, ahora por el país desfilan al año millones de turistas extranjeros y nacionales, colmando los hoteles y hostales de pueblos y ciudades y regando dólares a diestra y siniestra. Por eso es que los ricos del mundo y las más prestigiosas multinacionales del planeta se pelean por invertir en Colombia.

Es la Colombia, el país maravilloso donde corren ríos de leche y miel, que Santos le pintó a la opinión pública. “Más justa, avanzada, educada y en paz” parloteó con sus labios mentirosos y abriendo sus ojos de serpiente un Presidente maldecido y odiado como a ninguno otro en nuestra historia. Las horas y los días para que se vaya parece que no corren. Ese 7 de agosto que está por llegar se hace lejano, sabiendo que faltan apenas unos cuantos días.

Cuando uno ve al terrorista conocido por el alias de Carlos Antonio Lozada, -su verdadero nombre es Julián Gallo Cubillos- disfrazado de demócrata, echando un discurso de justicia social y humanismo en el atril del Congreso, no puede menos que sentir ganas de vomitar. Da rabia infinita que criminales desalmados, que secuestradores pederastas, que asesinos responsables de miles de muertes, que repugnantes sabandijas como son los miembros de las FARC y del ELN pontifiquen legal e impunemente, a la vista de todo el mundo, sobre el bien al prójimo, la caridad y el amor.

Esa es una parte de la herencia maldita que Santos le deja a Colombia: 10 curules directas a las FARC. Cinco en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes. Sin tener que someterse al juicio y el voto popular. Así será hasta el 20 de julio de 2026. Las víctimas de su monstruosidad y demencial forma de luchar por el pueblo –que practicaron por más de medio siglo- tendrán que pasar por la humillación de ver también en el senado y la Cámara a otros terroristas conocidos con los apodos de Pablo Catatumbo, Victoria Sandino, Iván Márquez, Marco Calarcá, Byron Yepes y Jairo quintero, entre otros.

Dirán que soy enemigo de la paz. Que en mi sólo habita el rencor, el odio, la venganza. Que no conozco de perdón, ni de reconciliación, ni de nobleza. ¡Piensen lo que quieran! ¡Hablen lo que quieran! Lo que no acepto, bajo ninguna consideración ni excusa, es la injusticia. La impunidad disfrazada de paz como la vendió Santos al país y al mundo. Esa paz con la que negoció que le entregaran el Nobel, a cambio de favorecer y entregar a la multinacional Statoil, de Noruega, un jugoso contrato de explotación petrolera en la costa caribe colombiana. No le pregunten a Kaci Kullmann Five, porque ya murió. Ella fue por años la Presidenta de Statoil y luego la Presidenta del Comité Premio Nobel de Paz. Piensen mal y acertarán…

Con la llegada y protagonismo de los terroristas de las FARC el desprestigio del Congreso se alimenta y robustece mucho más. Se hace más digno de su fama. Como Santos y su reputación de traicionero, vil e indigno presidente. Digo yo.

*Periodista

Nota: El pasado 13 de julio murió en Yopal, a sus 83 años, don Carlos Alfonso Parra. Un llanero recio y sabio, que por décadas, como tigre indomable sabanero, libre y sin ataduras, recorrió de a caballo o con pata al suelo la inmensidad de la llanura. Bien lo saben sus incontables amigos de Morichal, Tilodirán, Quebradaseca. El Algarrobo. Paz eterna en su tumba.


La sección de OPINIÓN es un espacio generado por Editorialistas y no refleja o compromete el pensamiento, ni la opinión de www.prensalibrecasanare.com


Comentarios

escucha radio online
Cerrar
Cerrar