El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) en el marco de su segunda sesión de este año, avaló la declaratoria del Colegio de Boyacá-Sección Francisco de Paula Santander (Tunja), como Bien de Interés cultural del ámbito nacional.

“Esta institución fue el primer colegio público del país y es considerada como un referente histórico, urbano, arquitectónico y testimonial de la implementación y trascendencia de la educación pública en Colombia”, afirmó la ministra de Cultura, Angélica Mayolo.

Y agregó que: “Desde el Ministerio de Cultura acompañamos al Colegio de Boyacá en su proceso de declaratoria como Bien de Interés cultural del ámbito nacional. Quiero destacar el liderazgo y la gestión de la institución en el desarrollo de este proyecto. Este reconocimiento representa un gran avance para promover la conservación de esta institución que se constituye en pilar de la historia de la educación en el país”.

Por más de 200 años -antes de ser colegio público fue centro de formación de religiosos y laicos- en esta institución se han formado generaciones de boyacenses y colombianos.  Asimismo, el colegio se destaca por ser una institución de la cual fueron exalumnos: siete presidentes de la república, magistrados, ministros, directores de departamentos administrativos, gobernadores y alcaldes.

“Para la Nación es un orgullo poderse sumar a la conmemoración de los 200 años de existencia de esta institución educativa, que como se sabe fue ideada por el General Francisco de Paula Santander. Adicionalmente, posee una sede en el centro histórico de Tunja que si bien cuenta con una declaratoria del ámbito nacional requería una protección adicional.”, destacó Alberto Escovar, director de Patrimonio y Memoria del Ministerio de Cultura.

Más sobre el Colegio de Boyacá-Sección Francisco de Paula Santander

El Colegio de Boyacá fue fundado por el general Francisco de Paula Santander en 1822, mediante el Decreto Nacional No. 055 de 1822, fecha que determina el inicio de la implementación de la educación pública en el país.

El inmueble es de origen colonial (hace parte del continuo urbano de la plaza de Bolívar y del eje religioso plaza-iglesia de San Ignacio) y forma parte del centro histórico de Tunja, declarado mediante la Ley 163 de 1959, como Monumento Nacional, hoy Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional (BICN) y cuyo Plan Especial de Manejo y Protección fue aprobado en 2012.

La edificación fue concebida desde la fundación colonial, originalmente, como pieza de la arquitectura doméstica colonial, austera y sobria, a la que se adicionó una modificación republicana que hace parte del conjunto educativo desde hace casi 100 años. Como elementos estéticos relevantes están el uso de la piedra en el acceso del sector colonial y de algunas columnas de aquél, así como en la fachada republicana.