El Instituto Nacional de Salud reveló una investigación realizada en asocio con la Universidad Nacional cuyo fin era evaluar el estado de la sensibilidad del mosquito transmisor del Chikungunya a los insecticidas utilizados para su control en las campañas de fumigación adelantadas en Casanare.
Según dicho estudio, en Yopal, Aguazul y Villanueva se encontró resistencia genética de este vector a los insecticidas organofosforados utilizados para el control de plagas.
Según la Universidad Nacional y el Instituto Nacional de Salud (INS), aunque en Colombia se ha registrado resistencia genética generalizada al insecticida organofosforado temefos, en este estudio se encontró que las poblaciones naturales del vector del dengue, en los tres municipios evaluados, además son sensibles al malatión y al fenitrotión.
El uso de estos pesticidas en Casanare se implementó a mediados de la década de los noventa, y desde esa fecha ha sido el único grupo químico empleado por las entidades de salud del Estado para el control de brotes de dengue. Esto, pese al inconformismo de la comunidad frente al uso del malatión, a consecuencia de su olor y acción corrosiva sobre el hierro, el acero, la hojalata y el cobre.
“Por el contrario, el uso del temefos ha tenido mejor aceptación en la comunidad, dado que la población ha constatado su acción de choque contundente contra las larvas, sin las consecuencias negativas del malatión”, señaló Elena Brochero, profesora de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional.
El estudio evidenció que estos productos se emplean solamente como medida de choque en brotes epidémicos de dengue y no como una medida regular en el departamento.
“Se encontró resistencia a la lambdacialotrina, insecticida de amplio espectro en todas las poblaciones naturales del vector del dengue en Casanare”, explicó Liliana Santacoloma, integrante del Laboratorio de Entomología del INS.
Hay que recordar que el insecticida diclorodifeniltricloroetano (DDT) fue uno de los primeros químicos en emplearse para el control de vectores como el Aedes aegypti. “La resistencia generada a este compuesto en Colombia y en otras partes del mundo fue una de las causas que llevó a la reaparición del dengue en la década de los sesenta”, comentó Susanne Ardila, magíster de la U.N.
Se ha confirmado la resistencia de este vector también en los departamentos de Huila, Antioquia, Atlántico, Caquetá, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Guaviare, Meta, Nariño, Putumayo, Santander y Valle del Cauca.
Recomendaciones del INS para CasanareLas expertas recomiendan trabajar de manera multisectorial y participativa para el control físico y biológico de criaderos potenciales del mosquito, con miras a evitar, entre otras consecuencias, la resistencia.
Debido a la larga historia de limitaciones de agua para consumo en el Casanare, es muy arraigado el hábito de almacenar agua en las viviendas, lo que facilita la presencia del mosquito Aedes aegypti.
La propagación de enfermedades como el dengue se ve influenciada por factores sociales, como el crecimiento de las poblaciones humanas, el incremento en los viajes nacionales o internacionales, el transporte transcontinental de mercancías, los cambios de hábitos en el uso de agua doméstica, la carencia de políticas en salud pública y la falta de fuentes humanas y financieras para implementar medidas de control eficientes.
La continua presión química ejercida sobre el Aedes aegypti ha generado resistencia en poblaciones de 41 naciones de América, el Caribe y otros lugares del mundo. Además, se estima que soporta hasta 24 compuestos diferentes.
En estudios anteriores realizados en Colombia, se ha confirmado la resistencia de este vector en los departamentos de Antioquia, Atlántico, Caquetá, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Guaviare, Huila, Meta, Nariño, Putumayo, Santander y Valle del Cauca.