A partir de un proceso de gestión ante el Gobierno Nacional, la Secretaría de Agricultura, entregó recursos por valor de $524.832.000 pesos para 12 familias víctimas de la violencia, pertenecientes a la Asociación de Desplazados de San Luis de Palenque, ASODES ($43.736.000 cada una), según se informó.

El dinero en mención tiene como objetivo servir de herramienta para el desarrollo de una “verdadera empresa productiva”, donde se aprovechen de manera integral los recursos naturales existentes y con ellos se cree una nueva oportunidad de subsistencia para esta población que mantiene una importante tradición agrícola, construida durante generaciones.

La propuesta fue presentada hace más de un año a nivel nacional, cumpliendo los procesos de documentación y demás requisitos, el Incoder realizó la calificación respectiva y a partir de allí se determinó el grupo favorecido.

“El reto principal viene ahora, donde se va a realizar el acompañamiento necesario para que los recursos se destinen de manera eficiente. A través del Pares (estrategia del Ministerio de Agricultura), se van a destinar recursos complementarios para que las familias tengan la oportunidad de estructurar proyectos de piña en cinco hectáreas. Vamos a mantener igualmente la asistencia técnica y a nivel de capacitación para todos los productores” expresó el Secretario de Agricultura, Alexi Duarte.

Elvira Peña, representante de ASODES, envió un mensaje a sus compañeros “tenemos que trabajar duro, no podemos depender solamente de las ayudas que nos den, debemos esforzarnos y así las cosas se irán dando positivamente para nosotros. Esa es la forma de salir de la pobreza”.

Agricultura departamental recordó que mantiene otros proyectos dirigidos a población víctima, es el caso de cinco convenios con los municipios de Monterrey, Tauramena, Aguazul, Orocué y Yopal, para compra de predios por valor de mil millones de pesos con recursos de la Gobernación. Igualmente 500 millones de pesos han sido destinados para proyectos productivos con asociaciones locales, donde se trabajan aves ponedoras en Aguazul, codornices en Monterrey, piña en Tauramena y Hato Corozal, entre otras iniciativas que hoy gozan de gran impacto comunitario y económico.