En cese de actividades desde el 28 de marzo se encuentran los funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en el departamento de Casanare para exigir que se cumplan con los acuerdos pactados desde mayo de 2015.
Los trabajadores reclaman la reclasificación de dos grados para los profesionales y el aumento de personal para suplir con todos los compromisos de la función social del Instituto.
Según Lucero Rivera, Defensora de Familia, los bajos salarios propician la deserción de personal de trabajo calificado y la afectación del servicio. Igualmente se quejan de los bajos salarios del ICBF señalando que empobrecen a sus trabajadores y sus familias. Argumentan que los contratos de prestación de servicios y la vinculación temporal atentan contra la estabilidad de los derechos de los trabajadores y que la inestabilidad de los contratistas sobrecarga a los funcionarios de la planta global y afectan la prestación del servicio.
La protesta se cumple por parte de 70 profesionales de planta, 60 contratistas y 2 temporales en la seccional Casanare.
El Paro se cumple a nivel nacional promovido por el Sindicato de Trabajadores de dicho organismo, en reclamo a las Políticas Públicas del Gobierno del Presidente Santos que quiere destinar los recursos de funcionamiento para otras áreas.