140 viviendas de la vereda Santa Rita y 15 aledañas en el municipio de Hato Corozal padecen por el suministro de agua desde el pasado 1 de noviembre cuando una creciente del río Tate desplazó la bocatoma del Acueducto.

Aunque la afectación es grave sus habitantes señalan que se encuentran abandonados tanto por el Municipio como por Acuatodos, como responsables del servicio de agua apta para el consumo humano.

Al advertir riesgos para la salud de los habitantes de ese sector rural, Ronald Pérez, Presidente de la vereda Santa Rita, informó que la Alcaldía no ha hecho presencia y que apenas la oficina de Gestión de Riesgo llevó una vez agua y la entregó a la mitad de los afectados.

Según Pérez, la creciente del río Tate se llevó el jarillón y el acueducto se desplazó 700 metros a la entrada de la bocatoma por lo que se requiere maquinaria retroexcavadora por un término de 20 días para sacar el lodo de la laguna de captación para que pueda transportar el agua hasta los tanques de almacenamiento y restablecer el servicio.

El acueducto fue construido en el año 2006 en una zona de alto riesgo y el Municipio no se ha hecho responsable de la infraestructura, pero tampoco se preocupa por el suministro de agua para la población afectada.

“Son 16 comunidades las que estamos sufriendo por esta situación. Las más recientes problemáticas se presentan en Enramadas y Santa Rita. Llevamos 10 años luchando para que nos construyan las redes. Hay negligencia e inconsciencia, pues los proyectos están en Acuatodos hace más de 6 años. Otras comunidades tienen problemas serios en los puntos de captación de sus acueductos y ni el municipio, ni el departamento nos apoyan en una solución de fondo”, afirmó Pérez.

No hay carrotanques habilitados, el ultimo que llego a la zona hace unos días, se le vencieron los seguros y no habría plata para renovarlos, fue lo que manifestó la coordinadora del Consejo municipal de Gestión del Riesgo de Desastre, (única persona que a nombre del municipio pone la cara).