El maraquero casanareño Jholman Cáceres de la Fundación “Maracas para el mundo”, durante la pandemia elaboró 15 mil pares de maracas profesionales, de acuerdo con el censo que se tiene establecido en Casanare de personas con discapacidad, para adelantar un proyecto de musicoterapia.
Aunque presentó su proyecto ante las Direcciones de Cultura Departamental y Municipal no fue visto viable y ahora debe ofrecer los instrumentos en la calle.
Jholman durante varios años trabajo con niños con síndrome de Down y otras condiciones especiales para ayudarles a expresar sus emociones, sin embargo, por la situación de pandemia no pudo regresar a las clases, pero diseñó la forma de llegar a cada uno de ellos, con su instrumento y un CD con partitura teórico y práctica que les ayudaría a brindar posibilidades de tener una vocación artística.
Según Jholman la música es la única forma de generar inclusión en la sociedad de las personas con alguna condición especial, por lo que ayer se apostó frente a la Gobernación para llamar la atención de la Administración para que contribuya con el proyecto de la Fundación, que solo pretende capacitar a personas con alguna situación especial, en música y danzas.
Jholman aseguró que ha acompañado a grandes músicos como Cholo Valderrama, Walter Silva, Luis Silva entre otros, pero ahora solo quiere ayudar a los niños que requieren terapia y la música se convierte en la mejor herramienta para ese propósito.
Las maracas fueron elaboradas por madres, padres y personas con alguna condición de discapacidad y su objetivo es llegar a todos los municipios con esa herramienta que pueda convertirse en una opción de socialización e inclusión a través de la música.
Jholman tiene un grupo de bailarines y músicos especiales y requiere los recursos para continuar brindando esa posibilidad.