La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas -UBPD- y el Grube (grupo interno de trabajo de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas de la Fiscalía) entregaron dignamente a sus seres queridos en Arauca el cuerpo de John** (por solicitud de la familia el nombre se mantiene bajo reserva), desaparecido hace 26 años en hechos relacionados con el conflicto armado.

En el acto solemne la mamá de John, una de las fundadoras de la Asociación de Familias de Desaparecidos por la Defensa de la Vida, los Derechos Humanos, la Paz, la Convivencia y la Reconciliación en el Sarare – Asofavida, una reconocida organización social en Arauca, aseguró que a su hijo le gustaba trabajar en el campo en actividades agrícolas.

Al momento de su desaparición tenía 24 años y laboraba en una finca en el departamento de Casanare. Recordó que la llamaba con frecuencia. Le gustaba hablar por teléfono con ella. El 10 de noviembre de 1995, en una de esas conversaciones, John le contó que había recibido una oferta de trabajo, pero no le dio más detalles. Fue la última vez que escuchó su voz.

En 2005, en compañía de otro de sus hijos, viajó desde Arauca al municipio de Villanueva, Casanare, para buscarlo. Allí le contaron que se había ido a trabajar a la vereda Las Palmas, en ese departamento.

Durante 26 años la mamá de John, con la foto de su hijo en la mano, no dejó de tocar puertas para conocer su paradero y saber qué le había pasado. “Yo le pedía a Dios que no me llevara hasta encontrar a mi hijo, se lo rogaba a diario”.

En 2015, la Fiscalía le informó el hallazgo de diez cuerpos en un municipio del departamento del Meta, uno de los cuales podría ser el de John, y que habían sido llevados al cementerio de Granada, en el mismo departamento. El Instituto Nacional de Medicina Legal logró la plena identificación.

En 2020 la lideresa presentó a la UBPD una solicitud de búsqueda de su hijo. A partir de la articulación institucional con la Fiscalía fue posible concretar la entrega digna a sus familiares, quienes en un acto privado lo inhumaron en un cementerio del departamento de Arauca. La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas brindó acompañamiento psicosocial a la familia.

“Estoy muy agradecida con el acompañamiento que he recibido, porque me han informado cada paso. A pesar de que se trata de un momento muy doloroso. Después de tantos años finalmente he podido encontrar el cuerpo de mi hijo y tener un lugar a donde llevarle flores”, concluyó la madre de John.

La directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, Luz Marina Monzón, preciso que el caso de John reafirma el compromiso de la UBPD en la búsqueda de las personas desaparecidas, así como el inequívoco propósito de procurar cada vez más la articulación interinstitucional.

 “Para la Unidad de Búsqueda solicitudes como la de la mamá de John constituyen una voz de confianza de las víctimas y las organizaciones de la sociedad civil en la tarea que la entidad desarrolla, y al mismo tiempo una responsabilidad muy grande para poder agilizar la búsqueda de los desaparecidos y la entrega de resultados a miles de familias que esperan saber qué pasó con sus seres queridos”, concluyó Luz Marina Monzón.