Las víctimas de Casanare siguen en la tarea de incidir en la política pública para beneficio de las comunidades y esta vez su participación sobresale en la actualización del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en Monterrey y otros municipios del departamento.

De acuerdo con Alirio Barrera, integrante de la Mesa Nacional de Víctimas, el pasado fin de semana se realizarán dos jornadas de trabajo para analizar el Esquema de Ordenamiento Territorial de las veredas Buenavista, Palmira, Guafal, Caño Rico, La Vigía, Santa Martha y Tacuya, de Monterrey, en las que las víctimas estuvieron muy activas.

“Lo que hacemos es que algunas víctimas que tienen empresa, microempresa, fincas o que están en procesos de loteos o que manejen zonas de interés, zonas económicas de alto impacto o zonas productivas influyan para que todo eso quede inmerso en la actualización del Plan en los diferentes municipios del departamento”, explicó Barrera.

Las víctimas del conflicto en Casanare, con su incidencia, buscan un mecanismo de participación e intervienen en las mesas de trabajo de la planificación territorial y en los Consejos Municipales de Planeación.

La idea es incluir los predios, empresas o negocios en el Plan de Ordenamiento Territorial para acceder a más recursos y al adecuado desarrollo del entorno y de los suelos.