Con un suculento sancocho de gallina hecho a leña, unos 70 habitantes de la vereda Redención, del municipio casanareño de Nunchía, inauguraron el pasado domingo su salón comunal, financiado por Oleoducto Bicentenario en asocio con la Fundación Amanecer.
En medio de un ambiente festivo, la gestora social de Bicentenario en la zona, Juliana Parra, entregó las llaves del salón comunal al presidente de la JAC, Ilde Adán.
“Gracias a Dios se nos da la oportunidad de tener este salón comunal que tanto esperábamos. Toda la comunidad está muy contenta”, expresó –agradecido- el líder comunitario, tras destacar que esta obra beneficia a más de un centenar de campesinos del área rural del municipio.
Este salón es el tercero que entrega Oleoducto Bicentenario en Nunchía y, el séptimo en el departamento. La moderna estructura es idéntica a las otras construidas en la región. Consta de baterías sanitarias; una bodega; cocina con su estufa industrial; un gran salón dotado con sillas y mesas; y un equipo de sonido.
“Para Bicentenario, la entrega del salón representa la satisfacción de cumplir a las comunidades; es la oportunidad que tienen ellas de disponer de un lugar de encuentro para el desarrollo de sus actividades. Creemos que con esto apoyamos la construcción del tejido social”, aseguró José Manuel Pedraza, líder de Gestión Social de la empresa.
En Nunchía, Bicentenario también contribuye con la construcción de un polideportivo y la terminación de un escenario cultural-recreativo en el centro poblado ‘La Yopalosa’, que, en palabras de Pedraza, “ha sido un anhelo de la comunidad desde hace mucho tiempo”.
Oleoducto Bicentenario ha entregado salones comunales a los habitantes de las veredas casanareñas de San Antonio, Redención, Cañas, Palmira, Carrastol Bajo, La Mapora y El Banco. Otras más están en construcción.