“Brindar seguridad a cada uno de los colombianos que viven en áreas rurales debe obedecer a una política de Estado y no a una promesa en la coyuntura internacional de los diálogos de paz” afirma José Félix Lafaurie, Presidente de Fedegán, a propósito del anuncio del Gobierno de crear una Policía Rural en el postconflicto, que garantice seguridad en las regiones.
Amplios sectores productivos del país, encabezados por el gremio de los ganaderos, vienen manifestando su preocupación por el aumento de la inseguridad en zonas donde el conflicto armado parecía haber quedado atrás. El recrudecimiento de robos, extorsiones y secuestros han puesto de manifiesto las dificultades que aún tiene del Estado para brindar las garantías mínimas a sus ciudadanos.
El directivo gremial sostiene que “la seguridad en el campo debe ser una política de Estado, ejecutada bajo los conceptos legales que rezan en la Constitución, diseñada para cubrir el amplio espectro del territorio nacional, cuyo resultado sea el cumplimiento de uno de los tantos deberes que le conciernen a quien gobierna, en buenos o en malos tiempos”.
No podemos seguir perdiendo la “presencia del Estado” y más en las zonas rurales, después de haber tenido el control en casi todo el territorio nacional. En 50 años de conflicto, fue una luz en el camino, por ello la Policía Rural puede constituirse en la opción que enlace a todas las regiones del país bajo un esquema de seguridad con nuevos elementos, empezando por quienes la integrarán, por ello Fedegán a través de su Presidente, Jose Félix Lafaurie, ha manifestado que “si se va a copiar el modelo implementado en Francia se debe hacer con profundidad más rigor histórico, aterrizando a nuestra realidad los aspectos que ha vivido Colombia en torno a incorporar a la legalidad a quienes antes se alineaban en el conflicto”.
Las acciones que en próximos días emprenda el Gobierno del Presidente Santos para garantizar la seguridad en el campo son motivo de enorme expectativa para el sector ganadero del país, que lo integran más de 500 mil colombianos.