Por Asociación Colombiana del Petróleo
El sector de combustibles líquidos en Colombia y todos los agentes que conforman la cadena conocen muy bien la palabra resiliencia. Han enfrentado retos enormes e impensables como fue la pandemia del Covid-19, afectaciones por los problemas de la infraestructura vial, los paros nacionales, entre otros, sin detener un segundo su esfuerzo por garantizar el suministro de combustibles a todos los rincones del país.
Aún no somos conscientes de que los combustibles líquidos son un servicio esencial en nuestra cotidianidad, pues hacen posible nuestra movilidad, el transporte de alimentos, materias primas, medicamentos, y todo tipo de bienes y servicios, y la generación eléctrica en zonas no interconectadas.
Detrás de la garantía de abastecimiento de combustibles en el país, hay toda una cadena de distribución conformada por refinador, importadores, productores de biocombustibles, transportadores, y distribuidores mayoristas y minoristas. Son 270 mil personas que con su trabajo hacen posible que el combustible llegue a todo el territorio nacional.
Este abastecimiento se realiza a través de 2 refinerías (Barrancabermeja y Cartagena), 5 puertos (Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Buenaventura y Tumaco), 16 plantas productoras de biocombustibles, más de 4.000 km de red de poliductos, aproximadamente 60 plantas de abasto mayoristas con capacidad de almacenamiento cercana a 10 días de consumo, y distintas vías terrestres y fluviales mediante las cuales se distribuye el combustible a las más de 6.000 estaciones de servicio.
En la cadena encontramos 23 distribuidores mayoristas que cumplen un rol fundamental, pues son quienes cuentan con las plantas de abasto, la tecnología y la infraestructura para gestionar el abastecimiento de combustibles en Colombia, con altos estándares operacionales, ambientales y sociales; además de innovaciones para reducir la huella de carbono y avanzar en la transición energética.
Las empresas mayoristas facilitan la operación del resto de los agentes de la cadena aportando infraestructura, tecnología, talento humano y buenas prácticas operacionales. Para 2023 la cadena de distribución de combustibles tiene programadas inversiones por $3,3 billones. En el segmento de los mayoristas, la inversión estará destinada a la adecuación y ampliación de las plantas de abasto, el sostenimiento de la red de estaciones, la inversión ambiental y social, los proyectos de autogeneración con fuentes renovables e investigaciones en hidrógeno y en renovaciones y desarrollos tecnológicos.
Esto evidencia la intención de los distribuidores mayoristas de continuar apostándole al país con su esfuerzo por mejorar la confiabilidad y la calidad del servicio de distribución de combustibles a los consumidores.
#CombustibleQueNosMueve