El camino real fue utilizado por los primeros pobladores indígenas del piedemonte llanero y permaneció oculto en medio de la vegetación hasta que en 2020 se formuló un plan de manejo arqueológico para su conservación por parte de Ecopetrol.
La ruta histórica construida hace más de 200 años, fue clave para el comercio de ganado y productos agrícolas entre los llanos orientales y la sabana cundiboyacense, durante la época de la colonia.
El camino real atraviesa el CPF Floreña, en el corregimiento El Morro del municipio de Yopal, desde la portería sur y se extiende más allá de las instalaciones de Termoyopal, incluyendo las ruinas de un parador donde probablemente los viajeros descansaban durante sus largas travesías.
Igor Martínez, de la Gerencia de Gestión Ambiental y Relacionamiento de Ecopetrol, comentó sobre la importancia de este proyecto: "El camino real es un testimonio material de la comunicación histórica entre el Piedemonte y el altiplano cundiboyacense. Ayuda a reconstruir cómo se construyó y quiénes lo utilizaron a lo largo de la historia."
“Mi abuelo y mi madre recorrían este camino llevando ganado desde Maní hasta Sogamoso. Tenían que ponerle alpargatas de fique al ganado para evitar perder reses en el viaje. Estos relatos subrayan la importancia y dificultad de estos viajes históricos”, relató Ricardo Romero Pérez, líder de Seguridad Física de Ecopetrol en Casanare.
La empresa se hace cargo del bien patrimonial y su conservación cumpliendo medidas establecidas por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, ICANH.