Tomas González exministro de minas y  Rodolfo Anaya, Presidente del Grupo Vanti, expertos del sector energético en Colombia, expresaron su preocupación por la inminente crisis de escasez de gas, advirtiendo que, según Ecopetrol, el país enfrentará faltantes significativos a partir de 2025 que se prolongarán hasta 2028 - 2029. Este escenario se presenta en un contexto donde los proyectos offshore, que se esperan como solución, aún no están en funcionamiento debido a las trabas en su licenciamiento.

La reciente discusión se dio en el marco de la VII cumbre del Petróleo, Gas y Energía que se desarrolla esta semana en Cartagena, en la que  líderes de la cadena de gas, que incluyen desde productores nacionales hasta importadores y distribuidores, abordaron la situación crítica que atraviesa el sector, y donde se destacó la urgencia de encontrar soluciones efectivas para garantizar el suministro de gas en el país, considerando que la dependencia de fuentes externas podría incrementar los costos y comprometer la seguridad energética.

"Colombia nunca había enfrentado discusiones sobre escasez de gas de esta magnitud", afirmaron los expertos, quienes coincidieron en que la falta de claridad sobre el origen del gas necesario hasta 2028 es alarmante.

Sobre la dependencia del gas importado, indicaron que la transición a gas importado ya se ha comenzado a planificar, lo que podría complicar aún más la situación para diversos sectores económicos, desde el residencial hasta el industrial, y cuestionaron qué pasaría con la competitividad del país si el costo del gas importado se eleva. "El gas es fundamental para la movilidad y para el desarrollo industrial. Necesitamos asegurar que cada segmento tenga acceso al gas a precios adecuados", afirmaron.

Sobre la posibilidad de importar gas de Venezuela, que ha sido un tema recurrente en las discusiones, se presenta como un “gran distractor”, según los expertos. Las incertidumbres sobre las condiciones en las que se podría extraer y enviar gas venezolano a Colombia generan escepticismo. “El problema no está en el subsuelo, sino en las condiciones de superficie. Con todo lo que ha sucedido en Venezuela, no parece probable que haya autorizaciones para exportar gas en el corto plazo”, agregaron.

Las discusiones sobre la crisis de gas no son solo una preocupación para los expertos y las industrias. Los ciudadanos también están sintiendo los primeros efectos de esta escasez. Se anticipa que los precios del gas aumentarán, lo que podría reflejarse en las facturas de los hogares en el futuro cercano. 

El clima de incertidumbre también afecta la planificación de las industrias, que ya están considerando alternativas como la reconversión a otros combustibles. Si bien los expertos aseguran que hay suficiente gas nacional para atender la demanda esencial en 2025, las proyecciones para los años siguientes son sombrías. “Las industrias que no puedan acceder a gas a precios competitivos se verán obligadas a buscar alternativas, lo que podría llevar a un aumento en las emisiones de carbono, al teer que volver a recurrir al carbón y al fuel oil”, advirtieron.

A medida que la crisis de gas se aproxima, la necesidad de una respuesta coordinada y eficiente es más urgente que nunca. La implementación de proyectos offshore, la validación de los prospectos actuales en territorio continental, la optimización de la infraestructura existente y el establecimiento de un marco regulatorio claro, son aspectos fundamentales que deben abordarse para garantizar la seguridad energética del país.

El panel concluyó con un llamado a la acción: “Debemos concentrarnos en encontrar nuestras propias soluciones y no distraernos con promesas inciertas. Es hora de que Colombia asuma el control de su futuro energético”.