En una ceremonia especial fueron entregados a sus familiares los restos de Adonaí Romero y Luis Ariel Bernal, por parte de la Unidad de Justicia Transicional Regional en Yopal.
Según información recibida por la Fiscalía, Adonaí de 22 años era un campesino de Aguazul, desapareció en diciembre de 2002 y luego de 10 años habitantes del sector de una finca en Páez (Boyacá), indicaron que habría sido enterrado en una fosa común, por integrantes del grupo armado ilegal, Autodefensas Unidas del Casanare.
El otro caso se registró en 2004, Luis Ariel de 27 años de edad, quien para la fecha era contratista de la Alcaldía de Aguazul, fue muerto y arrojado a la laguna de una vereda de la localidad, al parecer, por integrantes del mismo grupo ilegal.
Posteriormente, su cuerpo fue recuperado y enterrado como NN en el cementerio de esa población.
La Dirección de Justicia Transicional informó que los cuerpos fueron ubicados por confesión del desmovilizado del grupo ilegal conocido como alias el Coplero.
La identificación del contratista se logró con base en el cruce genético con sus padres y e hijos, que reposan en el banco de genética de los familiares de desaparecidos; mientras que la del joven se confirmó a través de las declaraciones de los habitantes del sector donde fueron hallados los restos.