Un Juez de Garantías legalizó la captura de William David Muñoz Márquez, detenido por unidades de la Policía, la Fiscalía y la Fuerza Aérea en inmediaciones de Orocué.
El joven es investigado por su presunta participación en la desaparición y posterior muerte de la profesora Jennifer Velandia de 23 años, reportada como desaparecida desde el pasado 31 de octubre y cuyo cuerpo fue hallado en bolsas en un inmueble de la calle 13 con carrera 18 de Yopal.
La información la confirmó la mayor Catalina Riascos, comandante Operativa de Seguridad Ciudadana del Departamento de Policía Casanare, quien señaló que la detención se dio por el delito de desaparición forzada y que Múñoz Márquez fue trasladado a la ciudad de Yopal.
La oficial señaló que se adelantan las respectivas investigaciones para imputarle el delito de feminicidio, en una audiencia que se desarrollará este miércoles, donde además se solicitará la detención preventiva en centro carcelario.
Muñoz Márquez, quien fue compañero de estudios de la víctima, mediante un audio reconoció que fue la última persona que vio con vida a Jennifer Velandia y dijo que le suministró toda la información a la familia sobre su paso por la discoteca San Ángel, con quién departió Jennifer, dónde se sentó y algunos detalles de su presencia allí.
Señaló que siempre estuvo pendiente de responderle las llamadas a la familia de Jennifer y que luego de que se difundiera su imagen en redes sociales para señalarlo como el presunto responsable decidió hablar, indicando que era inocente.
Sin embargo, horas más tarde, fueron suministrados videos de un predio a una cuadra de la discoteca, donde se registra el ingreso en dos oportunidades de Muñoz Márquez a la vivienda donde fue hallado el cadáver, imágenes que son determinantes para la investigación.
Sobre cómo fue encontrado el cuerpo de Jennifer, el propietario del inmueble informó que el sábado en la mañana motivados por un fuerte olor que llevaba alrededor de tres días, se dieron a la tarea de realizar aseo en toda la vivienda y al esculcar en una bodega ubicada debajo de una escalera, encontraron dentro dos bolsas bien selladas, el bulto con hedor putrefacto, por lo que decidieron llamar a la Policía.
Los uniformados le pidieron a un ciudadano que revisara el contenido, quien les dijo que se trataba de un ser humano, por lo que inició el proceso judicial de levantamiento, reconocimiento de cadáver y las investigaciones pertinentes.
El inmueble está a cargo de una persona de la tercera edad, en el que además viven otros dos adultos mayores y funciona un taller de arreglo de inflables, los tres hablaron para los medios de comunicación y dijeron desconocer lo sucedido en la vivienda antigua, que por ser un inquilinato la puerta no tiene seguridad, siendo de fácil acceso.
Jennifer, jugaba fútbol, era bailarina, docente de primera infancia y muy conocida en los grupos de condiciones especiales de discapacidad por el apoyo constante a esta población, lo que ha generado consternación por la forma en que se dio el crimen.
Se han realizado diversas actividades para llamar la atención de las autoridades Policía, Fiscalía y la Rama judicial para que se dé celeridad a las investigaciones y el crimen no quede impune.