Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Wilmar Andrés Ruíz Cuenca, alias “Pote”, presunto responsable de dispararle a un hombre, durante un hurto a otro ciudadano, que se movilizaba en un vehículo, en Yopal.
Un fiscal de la Seccional Casanare le imputó los delitos de homicidio en grado de tentativa; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones; y hurto calificado; las dos últimas conductas agravadas. Los cargos no fueron aceptados por el procesado.
De acuerdo con la investigación, los hechos ocurrieron el pasado 8 de abril, cuando Ruíz Cuenca abordó a un hombre, que estaba detenido en un semáforo en su vehículo. Allí, al parecer, lo intimidó y lo obligó a entregarle una cadena y un anillo de oro, así como un bolso que contenía una importante suma de dinero.
Por el lugar de los hechos pasaba otro hombre, quien destapó la placa de la motocicleta en la que se movilizaba Ruíz Cuenca. En ese momento el procesado le habría disparado en dos oportunidades despojándolo sus pertenencias.
La víctima tuvo una incapacidad médico legal de 25 días por las heridas recibidas. La Policía Nacional materializó la orden de captura contra el presunto atacante, en Yopal.
Alias Pote, criminal de carrera
En el historial delincuencial de Wilmar Andrés Ruíz Cuenca, alias “Pote”, figura un historial de reincidencia por diferentes delitos como hurto, hurto calificado y agravado, fabricación tráfico y porte de armas de fuego, violencia contra servidor público, lesiones personales, entre otros.
En junio de 2018 protagonizó una cinematográfica fuga, luego de que como interno de la cárcel “La Guafilla” se escapó del Palacio de Justicia, cuando era trasladado a una audiencia judicial para responder por los delitos de hurto calificado y agravado y fabricación tráfico y porte de armas de fuego. Alias “El Pote” se les fugó a los guardianes del INPEC, burló el dispositivo implementado ese día para recapturarlo, dirigiéndose a la casa de una tía ubicada en la invasión Mi Nueva Esperanza de Yopal. Persuadido por su madre, “Potes” accedió a entregarse siendo recapturado.
En otro episodio, fue sorprendido robando a un ciudadano, haciéndose a una golpiza por parte de la comunidad que lo detuvo y se lo entregó a la Policía Nacional. Pero ni la cárcel, ni la sanción social, ni las palizas, han sido suficientes para alejar del mundo del crimen a “Pote”.
Desde entonces le figuran numerosas entradas y salidas a la cárcel.