Por Oscar Medina Gómez
Rodrigo Roa, Manuel Enrique Albarracín, Rodrigo Chaparro, Jairo Humberto González, Lilian Fernanda Salcedo, Camilo Abril Jaimes, Camilo Abril Tarache, José Rodolfo Pérez, Irma Parra, José Daniel Jurado, Gilberto Adolfo Vargas, son algunos de los candidatos a la Cámara de Representantes.
Carlos Cárdenas, Jorge Prieto, Italo García, son los que quieren ser Senadores de la República.
A todos los conocemos. A unos y unas más que a otros. Todos tienen constitucionalmente el derecho a aspirar a cargos de elección popular. Claro.
Pero lo que uno como ciudadano tiene que anteponer por encima de sus intereses personales -además de la honestidad- es la seriedad y el respeto. En cuanto a las reales posibilidades que cieryamente se tengan para lograr ser elegido en un cargo público, uno no puede ir de aquí para allá mirando a ver qué pesca.
Y menos pensar que por poner al aire unas cuantas cuñas radiales e imprimir unos afiches, ya la gente va a correr en masa a votarle.
No estoy de acuerdo con candidaturas de papel celofán. Débiles y gelatinosas. Sin ninguna base popular que las respalde. Sin ningunas ejecutorias públicas notables en beneficio de la comunidad para mostrar. Sin un músculo financiero medianamente decente, ni siquiera para la gasolina de un carro o para montar una tarima, o para darle una bolsa de agua a la clientela.
Esto último hay que decirlo, así soñadores imbéciles digan que una campaña a la Asamblea, al Congreso a una gobernación o a las alcaldías, necesita más propuestas que plata. Puede que sea cierto. Pero estamos en un país de cafres políticos. No vivimos en Suiza, en Canadá o en Holanda.
Es decir: campañas oportunistas que se pegan a la sopa electoral, con apenas la intención de tener una figuración mediática que luego le permita a los protagonistas pasarle cuenta de cobro al ganador.
Insisto: sin poner en duda su derecho legal a estar en la contienda proselitista, para el caso de la Cámara de Representantes por Casanare doy nombres propios de personas que están ladrándole a la luna: Rodrigo Roa, José Daniel Jurado, Gilberto Adolfo Vargas, Irma Parra y Jairo Humberto González. Buenas personas, amables y muy queridas. Pero políticamente nada de nada.
En el senado, en las mismas circunstancias, tenemos a Italo García y Carlos Cárdenas. Meto a este último porque de forma rabiosa y entrometida se atravesó a última hora en el camino de Jorge Prieto Riveros, dinamitando la posibilidad de tener un senador casanareño que realmente luche por el bienestar de la región.
Cárdenas ya tuvo la oportunidad cuando estuvo en el senado. Y la desaprovechó olímpicamente.
Que se prenda la contienda electoral con candidatos con opciones reales de dar la pelea. No con aspirantes de mentirijillas. Que poco y nada suman. Digo yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Manantial estéreo 107.7 FM
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