Por Oscar Medina Gómez

La ex alcaldesa de Yopal Lilian Fernanda Salcedo retiró su aspiración como candidata a un escaño en la Cámara de Representantes por el Partido Liberal. Ella era la segunda de la lista preferente de dicha colectividad, encabezada por Camilo Abril Tarache.

Antes de hacer pública su decisión ella ya estaba retirada. Su nombre y su inclusión en la lista liberal nunca cayeron bien ni en el partido ni en la gente. La dirección municipal de Yopal del liberalismo públicamente manifestó su rechazo a la señora Salcedo, expresando que no movería un dedo para conseguirle un solo voto. Así lo hizo saber Yesid Beltrán, miembro de esa directiva.

Siempre la vieron como una oportunista. Una saltimbanqui que de buenas a primeras saltó alegremente pasó alegremente por Cambio Radical, Uribe Centro Democrático y el liberalismo.

Por todo lo anterior y otros encontrones de grueso calibre, la ex alcaldesa estaba silenciada. En estas semanas anteriores -no obstante estar en la lista liberal- ella fue muda, ciega y sorda. Además de ser una enorme piedra en el zapato para un amplio sector del partido, la opinión pública la percibía como una candidata fantasma.

Bien. Ahora con su retirada oficial el lienzo político empieza a cambiar de decorado. No solo en la lista roja sino en todo el escaparate de candidaturas. Indudablemente uno de los más favorecidos es Camilo Abril Tarache, el ex alcalde de Paz de Ariporo.

Es evidente que Camilo Abril Tarache toma ahora una bocanada de aire más fresco en la resbaladiza carrera a la Cámara de Representantes. La candidatura de la ex alcaldesa Salcedo, sin duda, le quitaría votos. Y, con la salida de la Faraona, esos votos van ahora directamente a sus arcas.

Sobre este personaje tengo mis reparos. Un amplio sector de la ciudadanía municipal lo cuestiona seriamente por la pobre herencia que como alcalde le dejó a los pazdeariporeños. Lo único que quedó para el municipio luego de 4 años de su gobierno fue el arreglo del parque principal, que hoy ya acusa ruina.

Políticamente no tiene nada positivo para mostrar. Resultó elegido alcalde a punta de promesas de todo tipo. Promesas que, como era de esperarse, la gente las vio volar, desaparecer, esfumarse. Nunca se materializaron en hechos reales para beneficio del municipio. Las viviendas de interés social, los servicios oportunos de salud, la calidad y cobertura educativa, unas vías terrestres pavimentadas cuando y donde fuera…todo quedó en el papel de un documento llamado Plan de Desarrollo.

El enredo de las pajillas multimillonarias de Camilo -cuando fue secretario de agricultura en la gobernación de Miguel Ángel Pérez- lo abordaré en otra columna. En este tema hay mucho que la opinión pública debe saber.

Arrogante, soberbio, jactancioso y tumbalocas -se cree de estrato 12 y que todas las mujeres se derriten por él- Camilo Abril Tarache sigue fanfarroneando en esta campaña. Igual que lo hizo para ser alcalde. Con cuñas radiales gritonas y veintejulieras quiere hacerle ver a la gente que él es el redentor que por fin llegó a nuestras vidas.

Con una alta dosis de ingenuidad e ignorancia política promete de todo como en botica: salud, educación, licencias ambientales, carreteras, electrificación, seguridad, madres comunitarias, empleo, cambio en la ley de regalías, reinados de belleza…¡Vaya! Un verdadero mesías este personaje. Como si un Representante a la Cámara fuera ordenador del gasto público y decidiera presupuestos.

Le recuerdo a Camilo Abril Tarache que no por más gritar, inundar de cuñas radiales y poner vallas con sonrisa de guasón en los cruces de las avenidas, se gana una elección. No señor. Los votos están en la decisión de cada ciudadano. Y toca ir a buscarlos. A convencerlos en sus casas veredales y barriales. Y ¡ojo! : saber jugar el juego político de eso que llaman “clientela”. Una “clientela” que usted tiene muy decepcionada.

Ahora, con toda y la fama de malignidad que lo rodea, en la pelea por las dos curules a la Cámara hay una silla que está asegurada: la de José Rodolfo Pérez Suárez. Simple: tiene todos los respaldos y la maquinaria bien aceitada para ganar. Y bien lejos.

Un gobernador Marco Tulio Ruiz -su compadre y amigo de toda la vida- que gracias a su sentido común para gobernar registra los más altos niveles de popularidad nacional que se recuerden. Un ex gobernador Nelson Mariño, que sigue produciendo votos por miles. Y la propia astucia, sagacidad y perversidad política de José Rodolfo para moverse en los oscuros y peligrosos laberintos de la política criolla. De esto sí que sabe el negro. O si no pregúntenle a concejales, alcaldes, diputados, ediles, líderes comunales…

El negro va a ganar. Eso es un tiro al piso. Pero una cosa es triunfar con vergüenza y otra con honores. Por eso José Rodolfo debe sacar por lo menos entre 25 mil y 30 mil votos. Que se hagan sentir los respaldos y torotes que lo están empujando. Para que se asegure como el mandamás político del departamento. Si apenas logra 15 mil o menos votos, pues sería una victoria pírrica.

La segunda silla de la Cámara de Representantes no está clara. Bien podría ocuparla el ex alcalde de Yopal Rodrigo Alberto Chaparro. Viene dándole duro a su campaña por todo el departamento. Le recomiendo, eso sì, dejar de querer imitar y parecerse a Jorge Eliécer Gaitán. Él era un caudillo que movía las masas populares de todo un país. Usted apenas un intento, un primer boceto de político caudillista.

También podría ocupar esa silla el actual Representante Camilo Abril Jaimes. Un candidato muy manipulado por el ex gobernador Oscar Leónidas Wilchez Carreño. Esto, sumado a muchas promesas incumplidas como congresista, ante la opinión pública le restan seriedad y credibilidad.

A un mes de las elecciones congresionales, José Rodolfo esta fijo. Los camilos tienen opción. Pero se les puede atravesar Rodrigo. Digo yo.

Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Manantial Estéreo 107.7 FM


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