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Negro futuro (1)

Negro futuro (1)
Por: Óscar Vanegas Angarita*

Para poder evaluar los resultados de la política petrolera impuesta mediante el Decreto Ley 1760 de 2003, por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, no podemos analizar el comportamiento actual de la industria petrolera como un todo. Pues lo que hoy se presenta en la industria petrolera nacional, como el estar produciendo un millón de barriles diarios o recibir cerca de 7 billones de pesos en regalías al año, no es el fruto de los cambios hechos por Uribe, sino producto del aumento en los precios internacionales del petróleo, la producción incremental y de crudo pesado de los campos maduros que se descubrieron a través de los contratos de asociación, firmados por Ecopetrol antes del 31 de diciembre de 2003; es decir, del millón de barriles diarios que hoy se producen, 830 mil provienen de contratos de asociación o campos maduros, y 170 de contratos firmados a través de la Agencia Nacional de Hidrocarburos -ANH- desde el primero de enero de 2004.

En contexto se deben separar las inversiones, los descubrimientos, la producción, la participación para el Estado en la renta petrolera y las demás variables económicas de los contratos de concesión firmados por la ANH, de lo logrado con los contratos de asociación firmados hasta el 31 de diciembre de 2003 a través de Ecopetrol.

El análisis está hecho a partir de la información entregada directamente por la ANH al senador Jorge Robledo, el pasado 16 de diciembre de 2013 (radicado 20136240118022). Según dicha información, desde 2004 la ANH ha adjudicado 157 bloques para exploración y producción (E&P) mediante Asignación Directa (a dedo); 194 mediante proceso competitivo (Rondas y Minirrondas), también para E&P; y 97 bloques para Evaluación Técnica (TEA), de los cuales 22 están aún vigentes; para un total de 373 bloques o contratos firmados.

Semejante cantidad de contratos es todo un récord y parecería una política petrolera exitosa; pero lo que hace que la catalogue como nefasta y peligrosa para el futuro abastecimiento interno de hidrocarburos, es que la participación para el Estado, en la producción, en los 157 bloques adjudicados “a dedo”, es cero; en 22 de los adjudicados por rondas (minirronda 2008 y nominación de áreas – crudos pesados), también es cero; y en 65 bloques la participación es el 1 %. O sea, de 351 contratos o bloques que actualmente se encuentran en E&P, en 244 (70 %) prácticamente la ANH regaló el petróleo que se descubra. En otras palabras, la ANH volvió al sistema concesionario que había dejado de existir en 1974 (prohibidas mediante el Decreto Ley 2310).

Hablando en plata blanca, en el 70 % de los contratos el país solo recibirá regalías (escalonadas), derechos por uso del subsuelo, transferencia de tecnología (en dinero), y participación por precios altos; algo que no es mayor cosa, según el balance de lo que se ha recibido después de 10 años, en los 102 campos que se han descubierto, que hoy producen 170 mil barriles diarios y de los cuales sólo nos dan 538 barriles. De este tema en particular me ocuparé en la próxima columna.

*Ing. de Petróleos. Presidente del Orseme.


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