Por Christian Rodrigo Pérez Gutiérrez*

Las concesiones son modelos para que un privado construya y/o administre un bien, servicio o infraestructura pública, y se encuentran reglamentadas por la constitución y las leyes de nuestro país. Las concesiones no deben estigmatizarse, pero de forma previa a su implementación es pertinente revisar el cumplimiento de los requisitos normativos, así como evaluar los fundamentos técnicos y financieros que las sustentan, de tal manera que éstas redunden no solo en beneficios económicos para el privado, sino que garanticen beneficios sociales a las poblaciones que interactúan con los bienes, servicios o infraestructuras concesionadas.

En la ciudad de Yopal hay antecedentes en materia de concesiones que dejaron un sinsabor en la ciudadanía y opinión pública, específicamente las experiencias en el servicio de alumbrado público (AP) y la operación del relleno sanitario. En el primer caso se definió que el operador debía cambiar la tecnología de iluminación pública de la ciudad, pero 14 años después de la concesión los yopaleños no contamos con iluminación pública moderna. En el segundo caso se ha conocido de daños irreparables en los caños El Turrón y Leche Miel. Con este panorama es apenas lógico que la opinión pública tenga prevenciones con los esquemas que se estructuren para futuras concesiones en el municipio.

Recientemente el Concejo de Yopal archivó dos proyectos de acuerdo que pretendían dar autorización al alcalde para concesionar el servicio de AP nuevamente y la operación del terminal de transporte. Pero ¿cuáles fueron los argumentos para archivarlos?

Desequilibrio en el alumbrado público

El modelo financiero que sustentaba la solicitud de autorización para la nueva concesión del servicio de AP proponía que el privado realizara una inversión única (sin especificar en qué se destinaría los recursos) de 3.500 millones de pesos y tendría el derecho a administrar e invertir los recursos del impuesto de AP del orden de 7.000 millones de pesos anuales.

Lo anterior significa que el operador privado administraría recursos del orden de 210.000 millones de pesos durante los treinta años del periodo de concesión, sin estimar el aumento por inflación e incremento de usuarios que contribuyen a mayor recaudo tributario por concepto de impuesto de AP. Sin embargo, a pesar del importante monto que está en juego por las proyecciones del flujo de impuestos, el modelo financiero planteado en la concesión no era claro y dejaba vacíos sobre la destinación de recursos para el cambio de tecnología en la red de iluminación pública. ¿Vamos a repetir la historia de la pasada concesión?

Conclusión 1: Excelentes beneficios para el privado pero amplias dudas sobre la cobertura, calidad y modernización del servicio de alumbrado público para los habitantes de Yopal.

Imprecisiones jurídicas e insostenibilidad de la operación del terminal

El Terminal de Transporte que conocemos los ciudadanos de Yopal no existe legalmente para el Ministerio de Transporte, máxima autoridad regulatoria para este tipo de infraestructuras. Adicionalmente, la propuesta técnica de la concesión proponía una “habilitación temporal”, figura que tampoco existe dentro de la normatividad en la materia; y la inversión que el modelo financiero establecido para el privado era insuficiente, incluso, para cumplir uno de los requisitos para lograr la habilitación, como es la pavimentación de la plataforma de rodaje de los buses. ¿Cómo concesionar la construcción y administración de una infraestructura que no ha sido reconocida por la máxima autoridad y con figuras que no tienen asidero en la reglamentación?

Conclusión 2: De haberse aprobado ese acuerdo, no habría certeza del reconocimiento del terminal ante Min Trasporte; mucho menos la garantía de la construcción de una nueva infraestructura moderna y acorde con el tráfico de pasajeros de una ciudad en crecimiento como Yopal.

Finalmente, espero que la administración mejore o cambie sustancialmente las propuestas, para que en el corto plazo se garantice la modernización de la red de alumbrado público y la construcción de un nuevo terminal de trasporte que genere confort al llegar o salir de la ciudad.

*Concejal de Yopal