Por Christian Rodrigo Pérez Gutiérrez*

La semana pasada, sin previo aviso, suspendieron actividades 2 días continuos en la Planta de Beneficio Animal (PBA) de Yopal; la inesperada suspensión de las actividades en la PBA, provocó que se dejaran de comercializar aproximadamente 200millones de pesos en carnes y que el municipio dejara de recibir 4 millones de pesos por concepto de impuesto al degüello de ganado.

Finalmente reanudaron operaciones por 2 días más y el gobierno decidió parar la actividad en la PBA por 10 días con el fin realizar unas obras y con ellas cumplir unos requerimientos en temas de infraestructura que hace 5 meses hiciera el INVIMA. Para tranquilidad de los consumidores, no son requerimiento sanitaros, son requerimientos de bienestar animal: ampliación de corrales, pinturas, entre otros.

De haber existido voluntad del ejecutivo se habría podido realizar dichas obras sin que existiera una suspensión de actividades, como la que se vive a partir de ayer en la PBA. Suspensión que por demás le significan 2 millones de pesos menos diarios al municipio que sirven para financiar programas de inversión en el sector ganadero.

Ante la incapacidad de este gobierno por prestar un buen servicio, ha surgido una puja por la operación de la Planta de Beneficio Animal (PBA), los expendedores de carne quieren operarla, los ganaderos quieren operarla y según el gobierno municipal ¨Inversionistas de otras partes del país y del mundo también han mostrado interés en operarla¨

Entregar la PBA a ¨inversionistas de otras partes del país o del mundo¨ sería un mensaje claro en donde el gobierno municipal manifestaría que poco o nada le interesa el desarrollo del sector ganadero del municipio o del departamento. De nada serviría que se realicen asistencias técnicas, mejoramientos genéticos, mejoramiento en pasturas si pretenden que una empresa o inversionista foráneo opere la planta y comercialice carne en almacenes de cadena, supermercados y tiendas en los barrios. No sirve porque se le daría vida a un monopolio (ninguna teoría económica recomiendo los monopolios), es decir solo una empresa comercializadora de carne en el municipio y posiblemente en la región; lo que permitiría imponer precios de venta al consumidor e igualmente imponer precios de compra al productor.

Mi propuesta entonces es buscar una alianza entre expendedores de carne y ganaderos de Casanare para delegar en ellos la operación de la PBA. Con la alianza se blinda al ganadero, porque él, puede vigilar que no se le imponga un precio de compra, el ganadero podría vigilar que el precio del ganado obedece a un equilibrio entre oferta y demanda; al mismo tiempo que se protege al consumidor porque permanecerían varios oferentes que garantizan diversidad en precios y en calidades de carne.

El conocimiento en la comercialización de la carne que tienen los expendedores es un activo que vale la pena construir y aprender; al involucrar al ganadero en la operación de la PBA este conocería de primera mano las necesidades y exigencias de los consumidores y podría usar esta información para mejorar la productividad de sus fincas. Los ganaderos deben aprender a vender carnes de segunda y tercera, porque las carnes finas y de primera se venden solas y estas solo representan el 40% de la carne que genera un novillo gordo de 500kg en pie.

Será que al gobierno municipal le interesa que el sector ganadero se desarrolle? Si le interesa por qué no cumplió a tiempo los requerimientos que hiciera el INVIMA? Si al gobierno municipal le interesa la cadena cárnica deberá convocar a los gremios, expendedores y ganaderos, para que en conjunto se construya un plan que permita dar solución definitiva a la operación de la PBA y con ello elevar la productividad y competitividad de este sector.

*Concejal – Municipio de Yopal 2012-2015
*M.Sc. en Economía