Por Oscar Medina Gómez
Encabezando la lista del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez dio a conocer a la opinión pública los nombres de 49 personas más que, junto a él, lo a acompañarán en busca de una curul al Senado de la República. Elecciones que se realizarán el último domingo de marzo de 2014.
Bueno. Decir “junto a él” es una necedad. Es clarísimo que todo el peso, toda la responsabilidad, toda la carga electoral recae sobre este menudito hombre, que tiene más vitalidad, fuerza y cojones que todos juntos.
Aunque jamás ha dejado de ser protagonista, este abogado nacido en Medellín, a sus 61 años vuelve y revuelve muy duro la política colombiana. Con todo y sus desaciertos, sin duda el más popular, polémico e influyente presidente de la historia contemporánea del país.
Ninguno, absolutamente ninguno y ninguna de quienes integran la lista de Uribe al senado tiene alguna fuerza para conseguir votos. Puede ser que algunos hayan tenido figuración en las contiendas proselitistas de sus regiones. Y que gocen del aprecio de sus paisanos. Pero a nivel nacional son fantasmas. Les recuerdo, precisamente, que el senado es por circunscripción nacional.
La gente votará por el nombre, la figura política, el carisma arrollador de Uribe y sus propuestas. Otros de la lista son apenas figurines, que no van a poner ni la suela de sus zapatos para ayudar en algo. Y también otros personajes de esa lista harán un trabajo proselitista de carácter organizativo y logístico, previo a las reuniones personales que el ex presidente adelantará por buena parte de la geografía nacional.
Pidiéndole a los colombianos su “votico para cuidar mis huevito de la seguridad democrática, la confianza inversionista y la cohesión social. Para enderezar el rumbo de la patria, y quitársela de las garras del terrorismo de las FARC”.
En el 2006 Álvaro Uribe ganó su segunda presidencia con casi 7 y medio millones de votos. Aunque han pasado 7 años, es un indicador que nos sirve de referencia para proyectar su capacidad electoral. Si de su lista cerrada quiere meter al senado por lo menos 15 miembros, tendrá que poner un guarismo no menor a 4 millones de votos.
Cosa nada fácil si consideramos que por los lados del liberalismo es un hecho que Horacio Serpa -ex candidato presidencial, otro peso pesado- será su gran competencia. Y, con menos vitalidad electoral pero con un nombre y carrera hechos en la política, por el conservatismo estará la ex canciller Nohemí Sanín.
Hablando de figurines no puedo soslayar el nombre de Ítalo García, la liebre que saltó del matorral y dejó en el camino a otras y otros animales que por Casanare bufoneaban que serían los que iban a estar en la lista de Uribe. Con su inclusión en la lista, este caballero demostró que es el típico cabildante, el clásico “lobbysta”.
Un paracaidista. En su “cosecha” pública escasitamente tiene haber sido secretario de planeación de Martha Gonfrier, la fatal gobernadora encargada que reemplazó al bandido de Raúl Flórez. Por eso su figura más bien genera en Casanare rechazo. Precisamente por lo lagarto y oportunista. Un dato es contundente: en 2007, cuando fue candidato a la gobernación de Casanare, no sacó ni 500 votos.
Pero -con todo y esos pecados y debilidades políticas de Ítalo García- es el mejor de los males que nos pudo pasar en la lista de Uribe. En esta columna siempre me opuse al nombre de la ex alcaldesa Lilian Fernanda Salcedo, quien contra viento y marea se quería metérsele al ex presidente. Le quería vender la idea de que ella es la redentora y gran jefe política de los casanareños. Cosa que es falsa. Todos sabemos que su oportunismo político le ganan al de Ítalo.
Pregunto ¿cuándo la vimos poniéndose las botas, predicando abiertamente y defendiendo las tesis uribistas? ¡Nunca! Ni como ciudadana del común, ni menos como alcaldesa. De ahí que hace unas semanas -cuando doña Lilian Fernanda organizó y costeó la visita de Uribe a Casanare, segura que recibiría el guiño del mandatario- en el auditorio Casa del Educador de Yopal los odios, pasiones, divisiones y críticas ácidas en torno de ella salieron del costal.
Uribe se dio cuenta de esto y decidió no meterse en camisa de once varas con los casanareños, incluyendo en su lista a la señora Salcedo. Un departamento que, proporcionalmente, es el más uribista de Colombia. Tanto así que en las dos elecciones que lo llevaron al Palacio de Nariño y en la contienda que proclamó a Juan Manuel Santos como presidente -con las tesis y programas de Uribe- comparativamente con los demás departamentos Casanare fue la región que más votos puso.
Es contundente: La ex alcaldesa está en declive. Con este fiasco, Lilian Fernanda suma otra gran derrota política: la primera: su apoyo a Alirio Guzmán, quien perdió estrepitosamente con Marco Tulio Ruiz. La segunda: su descabezamiento de la lista de Uribe. Y vendrán más.
Era obvio que esto pasara. Ella nunca ha ejercido de verdad la cosa política. Hace apenas 6 años fue William Pérez quien la puso a sonar, permitiendo que ganara la alcaldía de Yopal. Es una advenediza. Una espuma de cerveza que a medida que el bebedor se toma y degusta el líquido, desaparece.
Así que -haciéndole caso al dicho callejero- pues si no hay más con mi mujer me acuesto. Ítalo García está en la lista de Uribe. Que no Lilian Fernanda. Una faraona a la que sus esclavos se le sublevaron. Digo yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Manantial Estéreo 107.7 FM