Por Oscar Medina Gómez
De todos los casanareños es sabido que el departamento y sus municipios no disponen ya de los chorros de plata que les llegaban por regalías del petróleo. Que la época de las vacas gordas ya pasó. Y que ahora es imperativo apretarse el cinturón.
Yopal, por ejemplo, de recibir en el cuatrienio de Lilian Fernanda Salcedo, alcaldesa entre 2008 y 2011, cerca de 300 mil millones de pesos -a razón de más de 75 mil millones por año- en 2013 apenas llegará a los 38 mil. Y el chorro seguirá disminuyendo.
La Gobernación, que en el mismo periodo recibió un billón 900 mil millones de pesos –en promedio 475 mil millones por año- no pasará este año de 270 mil millones. Y la cosa seguirá empeorando. En 2014 está calculado que al departamento solo le lleguen 118 mil millones. Y en 2015 contaditos 85 mil millones.
Por lo tanto el gobernador y los alcaldes no disponen ya de esa gigantesca cantidad de dinero para invertir en el bienestar de la gente. Bueno. Eso supone uno. De ahí entonces que resulta clave que, precisamente, los llamados ordenadores del gasto sepan definir muy bien todos y cada uno de los proyectos para salud, educación, vías, vivienda, generación de empleo, electrificación, gas, saneamiento básico etc.
Muchas expectativas ha generado entre los alcaldes la reciente visita a Yopal del Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas Santamaría, quien trajo un cheque por 130 mil millones, de excedentes de ahorro que tiene el departamento en el Fondo Nacional de Pensiones de Entidades Territoriales, Fonpet. Vale recordar que esa plata no es que el gobierno nacional la haya sacado del presupuesto de la Nación para dársela a Casanare. Claro que no. Son dineros que le pertenecen al departamento. Solo que Marco Tulio, el gobernador, hizo la gestión, los trajo y dispondrá de ellos para múltiples sectores.
Justamente es ahí cuando al mandatario le toca tener ojo de águila y oído de tísico para decidir el mejor destino de esa plata. Aunque ya prácticamente ya está decidió el plan de inversiones, aun no se han formalizado, no se ha suscrito contrato alguno.
Por eso Marco Tulio debe saber con precisión de relojero suizo en dónde va a poner los pocos recursos que le quedan a los casanareños. Tiene que apuntarle, en esencia, a que esos dineros lleguen a manos de personajes con algo de honestidad. Para que entre contratistas, alcaldes y secretarios del despacho no se la roben toda.
De forma tal que por lo menos las obras y los bienes y servicios a proveer sean de buena calidad, queden avanzadas en un alto porcentaje y se entreguen en el tiempo estipulado.
No nos digamos mentiras gobernador: la corrupción y los corruptos (as) jamás se acabarán. Tendría que crearse un nuevo ser humano, con un incorruptible chip mental de ética y principios morales. Lo que toca es, como dijo sabiamente el “presidente filosofo” Julio Cesar Turbay Ayala, lo que toca es llevar la corrupción a sus justas proporciones
Por lo tanto -ya que no se puede acabar con la corrupción- lo que sí se puede lograr es que usted vigile muy bien la forma como los secretarios, gerentes de organismos descentralizados, alcaldes y contratistas dispondrán de esos recursos económicos que llegaron del Fonpet. Dinero que de acuerdo con el plan de inversiones presentado al ministro Cárdenas Santamaría, se destinará a vivienda de interés público y vivienda de interés social (40 mil millones), vías rurales (30 mil), vías urbanas (20 mil millones), infraestructura y dotación hospitalaria (10 mil millones), masificación de gas (15 mil millones), construcción de pozos profundos (8 mil), régimen subsidiado en salud (6 mil 200 millones) y escenarios deportivos (326 millones de pesos).
Además, en razón a que esos 130 mil millones del Fonpet corresponden al antiguo sistema de regalías, el gobernador podrá disponer libre y autónomamente de esos recursos, sin someterlos a los engorrosos y traumáticos Ocad`s. Otra razón más para que Marco Tulio sepa muy bien lo que va a hacer.
Y es que gracias a la chequera abierta que Santos tiene para los alcaldes y gobernadores, en busca de su reelección presidencial (la cual no se dará, dado el altísimo desprestigio del presidente) viene más plata. Casanare recibirá 179 mil millones próximamente (140 mil para la gobernación y 39 mil para las alcaldías) producto de una adición presupuestal de regalías, que el Congreso discute por un monto total de un billón y medio de pesos.
Gobernador: revise, evalúe, asesórese, decida y vigile muy bien el destino final tanto de los 130 mil desahorrados como de los 179 mil que llegarán del presupuesto nacional. Es muchísimo dinero –aquí y en cualquier parte del mundo- como para que vaya a parar mayormente a las cuentas bancarias de los testaferros de los alcaldes y otros funcionarios públicos.
Porque ¡ojo!: el testaferrato sigue de moda en Casanare. O si no vayan y miren las calzas prietas en que se han visto varios exgobernadores y exalcaldes dizque para recuperar -dicen ellos- lo que les pertenece. Nada: ladrón que roba a ladrón, tiene 100 años de perdón. Digo yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Emisora Manantial Estéreo 107.7 FM