Por Oscar Medina Gómez

No todo lo que brilla es oro. Ese es el dicho popular que le cae como anillo al dedo a Fernando Camacho, alcalde de Aguazul.

Sobre él estaban puestas muchas esperanzas de un sufrido pueblo, que año tras año ve cómo los políticos y gobernantes corruptos se siguen robando la plata. Hace 2 años este personaje ganó la alcaldía superando ampliamente en votos a sus rivales. Al creer en sus propuestas la gente lo respaldo en las urnas. Le dio toda la confianza para que empezara a enderezar y retomar el rumbo de un municipio que -como otros en Casanare- ha sido víctima permanente de los bandidos.

En los últimos 12 años, entre elegidos popularmente y nombrados a dedo por los políticos, Aguazul ha tenido más de 10 alcaldes. Todos han manipulado multimillonarios recursos, sin que las obras se vean. Esto da cuenta de la gravísima inestabilidad administrativa y de la falta de gobernabilidad en tan importante localidad. Hecho que afecta directamente a la gente, porque atasca el desarrollo y calidad de vida, mientras otros retozan en balnearios y hoteles de lujo, derrochando las cajadas de dinero que le han robado al pueblo.

El caso es que todo indica que a Fernando Camacho el puesto de alcalde de Aguazul le quedó grande. Así él pague transmisiones en directo por las emisoras para echar discursos quejosos, lastimeros y rimbombantes sobre su “gestión”, la verdad que se ve en las calles y veredas del municipio, es otra. No tiene nada para mostrar.

Todos los proyectos -tanto los que venían andando de pasadas alcaldías como los del plan de desarrollo “Hechos de Gobierno por Aguazul”, - están en el limbo. A la espera de que a don Camachito se le antoje entender que cuando a uno lo eligen popularmente para ocupar un cargo de tan alta responsabilidad y honor como es el de ser alcalde, la primerísimo y constitucional obligación es cumplir con la palabra empeñada y refrendada por el voto de la gente. Proveer de mejor calidad de vida a miles de ciudadanos que merecen respeto.

Lo más cínico y censurable es que en las cuentas del municipio por lo menos están guardados 75 mil millones de pesos. Constantemente así lo han venido diciendo líderes políticos y concejales de Aguazul, como Juan Vargas, Presidente del Concejo.

Cuando llegan a los cargos, con los gobernadores y alcaldes ocurre algo muy evidente: se creen los dueños del dinero destinado al beneficio del pueblo. Tanto se lo creen que terminan robándoselo. Despilfarrándolo en obras inconclusas. Ejemplos hay tantos, que no terminaría aquí de relatarlos.

Le digo a Camachito: usted no es el dueño de la plata que a nombre de la alcaldía de Aguazul , reposa en los bancos, mientras el pueblo reclama acciones, hechos de gobierno ciertos y efectivos para todos. Esa plata es de todos y cada uno de los aguazuleños.

Vamos para dos años y nada que arranca a gobernar este señor Fernando Camacho. Así como crece el descontento popular por su figura, crecen también las necesidades en salud, educación, vivienda, fuentes de trabajo, seguridad ciudadana, obras de infraestructura civil en carreteras, electrificación, acueductos.

Camachito se ha dedicado es a alimentar una constante disputa, una pelea interminable con los concejales, mientras su pueblo padece mil necesidades. Concejo que entre dimes y diretes le ha aprobado dineros de vigencias futuras, traslados y adiciones presupuestales que fácilmente superan los 25 mil millones de pesos. Y la gente sigue esperando respuestas claras –no discursitos floripondios- sobre la forma en que se han invertido esos recursos.

La soberbia, prepotencia, vanidad personal e ineptitud gerencial de Fernando Camacho son evidentes. Eso, muy seguramente, no lo ha dejado gobernar derecho. En el entretanto, otrora grandes eventos como la clásica ciclística a Aguazul y el Festival del Arroz están que desaparecen por el desprecio y nulo apoyo de un alcalde que resultó “paquete chileno”.

Camachito: bájese de la nube de semi-dios en la que está subido y empiece a gobernar. Reivindíquese con su pueblo. Y con usted mismo. Demuestre que usted sí era esa posibilidad de progreso que todos creíamos. Aún es tiempo para que lo haga. Digo yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DÍA 6 – 8 A.M. Emisora Manantial Estéreo 107.7 FM