El Presidente Juan Manuel Santos Calderón reveló ayer en la instalación del VII Congreso Internacional de Minería, Petróleo y Energía, que el Ministerio de Defensa viene trabajando en la creación de una nueva política que garantice mejores condiciones de seguridad al sector petrolero, minero y energético, y que integre esquemas más eficaces de colaboración entre Gobierno e industria.
“El Ministerio de Defensa está trabajando en una nueva política para garantizar mejores condiciones de seguridad al sector, con esquemas más eficaces de colaboración entre el Gobierno y la industria, cuya puesta en marcha se hará de la mano y en común acuerdo con los sectores aquí representados”, afirmó Santos Calderón en la instalación del VII Congreso Internacional de Minería, Petróleo y Energía, realizado en Cartagena.
El Jefe de Estado enfatizó que su Gobierno no ha escatimado ni ahorrará esfuerzo alguno para garantizar la seguridad en las zonas comprometidas con el desarrollo del sector petrolero, minero y energético.
“No hay duda de la determinación de las Fuerzas Armadas al respecto, pero —debido al crecimiento de la industria— requerimos un nuevo modelo de seguridad para la misma, que incluya análisis continuos de riesgos, un mejor aprovechamiento de los recursos, y el uso de tecnología de punta para seguridad”, agregó.
A pesar del avance significativo en materia de seguridad sobre las zonas del sector mencionado, el Mandatario reconoció que todavía falta mucho por ajustar, por lo que sustentó el nuevo modelo de seguridad.
“Mientras en el año 2004 se presentaron 2.300 denuncias de extorsión en el sector de hidrocarburos, el año pasado la cifra de denuncias estuvo por debajo de 1.400. Respecto de actos terroristas, pasamos de 1.645 hechos delictivos en 2002 a 471 en 2010 y, en secuestro extorsivo, de 1.708 en 2002 a 188 en 2010 —una disminución del 90%—“, expuso el Presidente.
Seguidamente, dijo que este año los grupos violentos han querido insistir en actos de terrorismo contra la infraestructura minero-energética, lo que atribuyó a “una acción desesperada y miope por mostrarse, en medio de su debilidad, sin importarles el daño que causan a las regiones productoras y a la ciudadanía en general”.