Teniendo en cuenta el impacto de la Artritis idiopática juvenil AIJ en la calidad de vida de sus pacientes y los retos que existen para diagnosticarla, la Fundación Colombiana de Apoyo al Reumático -FUNDARE- y la organización Care for Kids invitaron a la ciudadanía en Casanare a participar en la campaña de diagnóstico de Artritis idiopática juvenil, que tendrá lugar este mes en el departamento.
La AIJ es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la inflamación articular crónica; es decir, de más de 6 semanas, que surge sin causa aparente y se presenta en pacientes menores de 16 años. Lo cierto es que esta se produce cuando el sistema inmunitario del organismo ataca a sus propias células y tejido; aún se desconoce cuál es la razón por la que esto sucede, pero, tanto la herencia como el entorno pueden influir en el desarrollo de esta patología. Se estima que 1 de cada 1.000 niños padece de Artritis idiopática juvenil.
Con relación a cómo se manifiesta la AIJ, los médicos especialistas recomiendan a los padres de familia estar alerta ante los siguientes síntomas:
Dolor: Es característico que el dolor se presente en la mañana al despertar, después de una siesta o periodos de reposo prolongado, y mejora en la medida que avanza el día o se realiza alguna actividad física.
Rigidez: Es la sensación que manifiestan los niños al despertar y no poder mover las articulaciones, especialmente las manos.
Hinchazón: La inflamación articular prolongada durante más de 6 semanas es un síntoma de la AIJ; habitualmente, la inflamación por trauma, que es lo más común en la infancia, se resuelve antes de este tiempo. Las articulaciones que más se inflaman son las rodillas, los tobillos y las que están en las manos.
Es importante mencionar que para detectar la AIJ se requiere la historia clínica, los hallazgos físicos, y la exclusión de otras patologías. Según expertos, existe actualmente una demora en su diagnóstico de aproximadamente dos años, debido a un gran desconocimiento sobre esta en la comunidad médica y en la población en general, que suele confundir sus síntomas con otras enfermedades, y a las creencias de que la artritis solo la padecen personas adultas.
En el caso de Laura, paciente con AIJ, sus síntomas aparecieron cuando ella tenía 9 años. “El dolor comenzó en mis hombros, luego, pasó a mis caderas, lo que afectó mi movilidad; ya no me podía vestir sola, tampoco caminar. Fue tan solo 9 meses después que pude hallar el diagnóstico”.
Esta enfermedad causa, a largo plazo, inflamación crónica de las articulaciones, dolor, rigidez articular que, sin un diagnóstico y tratamiento temprano, puede ocasionar graves complicaciones como daño articular, deformidad, limitación en el movimiento, trastornos de crecimiento, y discapacidades.
“La AIJ puede comprometer otros órganos además de las articulaciones; es así como algunos subtipos pueden causar fiebre, lesiones en la piel y compromiso inflamatorio ocular. Por lo que su detección oportuna es clave, puesto que ayuda a que la mayoría de los niños con AIJ puedan tener una vida normal”, advierte la doctora Pilar Guarnizo, reumatóloga pediatra.
Por esto, la Fundación Colombiana de Apoyo al Reumático -FUNDARE- y la organización Care for Kids invitaron a los cuidadores y padres de familia en Casanare, que identifiquen en sus hijos signos como dolor o inflamación articular, llamar ahora mismo a la línea de atención 01-8000-912035, número celular 315 679 9004, o comunicarse al WhatsApp 315 679 9004, para agendar una cita con uno de sus reumatólogos pediatras y así participar en la jornada de detección gratuita de AIJ que tendrá lugar el 19 de octubre de este año en el Hospital Local de Yopal (carrera 14 No. 33-45, barrio Nuevo Hábitat).
Actualmente, Laura tiene 16 años y sueña con ser arquitecta para construir hospitales donde se les brinde atención a más niños que lo requieran. Aunque, en principio, “sentí un gran vacío cuando supe que la AIJ será mi fiel compañera durante toda la vida, he asumido mi recuperación con la mejor actitud, con el apoyo de mi familia y de los expertos médicos. Hoy, gracias a mi tratamiento, puedo tener una vida normal como cualquier persona”, puntualiza la joven.
El tratamiento de la AIJ tiene como objetivo aliviar el dolor, controlar la inflamación, evitar la deformidad, mantener la funcionalidad de las articulaciones y que los niños crezcan adecuadamente y alcancen una vida adulta normal. Los medicamentos y la terapia física son esenciales para alcanzar la remisión de la enfermedad.