El adulto mayor Lisímaco Maldonado de 80 años, diagnosticado con diabetes e hipertensión está afiliado a Capresoca, desde el mes de noviembre tiene una fórmula médica que no ha le ha sido despachada, a pesar que los medicamentos son vitales para su salud.
Su hija denunció que la EPS se burla de los usuarios, en una muestra más de deshumanización e insensibilidad de Capresoca.
Según Benilda Maldonado, en noviembre el médico internista le cambió el medicamento, ella hizo el proceso de autorización de la formula en Capresoca, se dirigió a la droguería habitual, pero de ahí la enviaron a drogas Juliana, de ahí la dirigieron a Vita, donde le dijeron que tenía que sacar una cita con medicina general, hizo lo correspondiente, regresó a Vita pero ahora le expresaron que no era la ruta y en Capresoca la enviaron a Farmamedic donde finalmente le dijeron que no hay el medicamento.
La hija del afectado señaló que es insólito que se haga la contratación con una droguería que no tiene los medicamentos.
Agregó que es doloroso ver la cantidad de abuelitos que deben soportar horas haciendo fila y a la final les señalan que deben regresar al siguiente día y así los tienen por semanas y quizá por meses.
Como el caso de Lisímaco, son muchos otros los pacientes y sus familiares que denuncian a diario ser víctimas del pésimo servicio de la EPS de los casanareños.